Pero lo realmente emocionante de toda esta tecnología puede
llegar en un futuro no muy lejano. Los investigadores del
Instituto Wyss han firmado un acuerdo con DAPRA para
desarrollar un instrumento automatizado que integre diez
órganos humanos en un chip y enlazarlos para crear una
especie de `humano virtual en un chip´. La idea es conseguir
un sistema multicanal con un líquido en su interior que
interconecte varios chips diferentes. Este sistema permitirá a
las empresas farmacéuticas estudiar cómo afectan las drogas a
nuestro cuerpo y como afecta la reacción de un órgano sobre
otro. Cuando tomamos una medicina esta produce un efecto
beneficioso en un órgano pero puede empeorar el
funcionamiento de otro, con estos dispositivos se podrá
estudiar los efectos secundarios que producen los
medicamentos. Se podrá comenzar a estudiar la respuesta
dinámica del cuerpo ante cierta medicina.
Esto podrá causar una revolución y cambiar las reglas del
juego, no solo en la industria farmacéutica, sino en muchas
otras industrias como por ejemplo la de los cosméticos.
El futuro de los ensayos clínicos