En el Instituto Wyss también desarrollaron un intestino en un
chip implantando una capa sencilla de células intestinales
humanas en una membrana flexible y porosa, que a su vez está
adosada a las paredes plásticas y transparentes del chip. Al
aplicar una bomba de vacío al aparato, la membrana se estira
y se contrae, emulando los movimientos intestinales de la
peristalsis. El dispositivo es tan parecido al intestino humano
que hasta los mismos microbios se adhieren a su superficie.
Este modelo puede