Al día siguiente consentí una entrevista televisiva para desmentir al
presidente de la república quien en cadena nacional afirmó: “francotiradores
antagonistas al régimen, establecidos en las azoteas de los edificios,
fueron quienes habían matado a los manifestantes en el Bulevar de la
Resistencia”. Mi testimonio causó revuelo y el mismo día de los funerales
llegaron periodistas que querían escuchar el testimonio de lo sucedido.
Por eso llegaron a mi domicilio miembros del SEBIN identificados con
brazaletes ceñidos al brazo izquierdo con las siglas “4F” quienes me sacaron
a empellones, me subieron la camisa amarrándola en mi rostro y sentí
el frio metal que apuntalaba mis costillas. Después, una voz cavernosa
como bufido de toro de lidia dispuesto a embestir dijo: “Jodida escuálida,
si continúas dando entrevistas, la próxima vez te florearé el culo con una
macana”.
El Estado no garantiza la seguridad para vivir en el país y si no te gusta dicen
que te vayas. Los funcionarios del Estado no viven la realidad.
Damián Romero, Jefe de familia.
No me intimidé ante las amenazas y proseguí dando entrevistas. El país
se colapsaba ante los atropellos judiciales así que decidí fundar un grupo
llamado “Escuálidos en contra la represión” que congregaba a miembros
de diversas universidades y a víctimas del régimen; en poco tiempo
constituimos una verdadera resistencia civil. El 18 de marzo convoqué a los
medios para emitir un comunicado de prensa y llamar a la movilización,
pues las arbitrariedades habían escalado hasta lo insoportable. Ahora
las consignas serían en contra de las detenciones ilegales, la tortura y
el asesinato. El día de la entrevista la Guardia Nacional Bolivariana ya
nos esperaba en la sede de la rueda de prensa, pero después de esta los
reporteros nos llevaron por una salida alterna. Al llegar a la Plaza Bolívar
nos percatamos que una camioneta sin placas, mientras nos seguía, nos
8