una nueva manera de operar, la cual disminuía considerablemente la
posibilidad de muerte.
Toda mi familia esperaba en el hospital a que los doctores salieran a
decirnos cómo había salido todo. Después de unas horas los doctores
salieron. Mucha gente pelea en el mundo por decidir cuál es la verdadera
felicidad, o qué la causa. El dinero, el amor, la salud, los amigos, las cosas
materiales, el trabajo, etc. Nada de eso importa realmente. Para mí la
verdadera felicidad llegó en tan solo cuatro palabras.
“Tu mamá está viva”.
Mi mamá estaba viva, estaba bien. Tendría que cambiar considerablemente
su vida, en cosas que aún a la fecha nos siguen afectando. Pero nada de eso
importaba, mi mamá estaba viva. Yo era un niño de diez años, ni siquiera
sabía que mi mamá podía no haber salido con vida. Esos pensamientos no
pasaban por mi mente. Sin embargo, esas cuatro palabras generaron un
calor en mi corazón bastante grato. Mi mamá estaba viva.
Mi mamá estaba viva. Y desde ese momento, no pasa un solo día en el
qcual no le agradezca a Dios, infinitamente, por tener a mi mamá conmigo.
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