Zaguán Literario Zaguán Literario 05 | Page 16

tanto, pasaríamos la mañana entera y cómo no me iban a disparar, si traía parte de la tarde en casa de un amigo un suéter naranja chillón? ¿Así, quién suyo, al otro lado del Río Grande de no me vería? Matagalpa. —¡Vos, chigüina, te van a pegar! —me Yo lloraba, no quería irme de mi hogar regañó uno de los vecinos. Yo no dije ni de mi ciudad, menos si tenía que nada, solo comencé a caminar más dejar a cuatro seres queridos atrás. rápido. —Pues si nos vamos a morir todos Una vez que logramos llegar al límite ¡Qué nos muramos en el mismo lugar! de la ciudad, los guerrilleros nos —decía yo. De cualquier forma, nadie prohi- bieron escapar, pues ya mucha me escuchó. gente lo había hecho y si el ejército Así que, ni cortos ni perezoso, se daba cuenta que ya no quedaban salimos a las nueve de la mañana civiles, destruirían Matagalpa por de la casa rumbo al otro lado del completo. río. Todo el trayecto tuvimos que Nos regresamos a casa otra vez. caminar agachados para que no nos Cuando estuvimos en la esquina, balacearan. Minerva, nuestra perra bóxer, pegó Después de ocho horas encerrados la carrera para donde estábamos en la casa del amigo de mi padre, nosotros, feliz de vernos otra vez. escuchando bombas, balazos y el No intentamos huir de Matagalpa avanzar lento del avión Dundo nuevamente. Eulalio mientras ametrallaba, nos dispusimos a irnos a San Isidro. *** Caminamos agachados otra vez; El 17 de julio de 1979 se anunció el tal vez en las noches ya no había Día de la Alegría Nacional, pues la aviones, tanquetas o francotiradores mayoría de las ciudades de Nicaragua que amenazaran nuestras vidas, pero fueron tomadas por la guerrilla de sí se podía escuchar una vez por allá Sandino, acabando con el ejército un balazo. En una de esas ¡Escuché enemigo. Pero no fue sino hasta dos una bala chiflarme justo encima! ¿Y días después que todo el país celebró 16