Zaguán Literario Zaguán Literario 05 | Page 13

instituto. Mientras comía rosquillas y tomaba fresco de cacao junto con mis siete hermanos y mis padres, escuchamos en la radio la noticia de un paro nacional. El Frente Sandinista de Liberación Nacional logró entrar a varias ciudades del país, pero aún le faltaba Matagalpa. Ya no eran movimientos civiles, ahora era una lucha entre el ejército de Somoza y los guerrilleros de Sandino. Uno no podía estar tranquilo ni siquiera en su propia casa. La venta ya no abría. Ya no veía gente venir a comprar lápices, libros o cuadernos. Mis amigas ya no me visitaban, ya no podía ir a comer fruta con ellas al parque; se les presentó la oportunidad de irse a Costa Rica para escapar de la guerra que se avecinaba y, por supuesto, la tomaron. Las extrañaba, pero estaba feliz por ellas y agradecía a Dios que estuvieran a salvo. *** Escuché que mataron a Mauricio, un muchacho con retraso mental que vendía periódicos en la calle. Todos lo queríamos mucho, era muy amable. Le advirtieron que no saliera a vender, 13