Zaguán Literario Zaguán Literario 05 | Page 12

estábamos de irnos cuando la Susana Ese problema ya existía desde dijo, extrañada: antes de que yo naciera. Sandino —Oíme, vos ¿Qué es eso? buscaba acabar con los ideales de los Seguimos su mirada hasta el final Somoza desde el comienzo de los de la calle y pudimos ver a un años sesenta. Pero no fue sino hasta grupo grande de guardias armados hace dos años atrás, en 1976, que los acercándose. levantamientos entre el ejército de —¡Metete ya, chavala! —me dijo Somoza y la guerrilla de Sandino Carlos, agarrándome del hombro. No comenzaron a tomar fuerza. A veces, me había dado cuenta de que ya todos algunos civiles que se oponían a la estaban dentro de la casa menos yo. dictadura, llevaban a cabo revueltas El hermano de Mabel cerró la puerta y despacio, apagó la luz y se unió a intervenía lanzando bombas de gas nosotras a ver qué estaba pasando. lacrimógeno o disparando. Mi familia Ahí nos encontrábamos los cuatro, no se metía en esas cosas, pero como haciendo tumulto en la ventana. éramos simpatizantes de Sandino, Tal vez eran más, pero solo alcancé donábamos material de papelería a contar quince. Caminaban todos para que se pudieran hacer folletos bien sincronizados y en fila con sus que fomentaran la lucha contra el uniformes y cascos verdes; traían sus régimen opresor. Por lo menos, así armas en mano. era aquí en Matagalpa. Me imagino —¿Son los de Somoza? —pregunté que, en la capital, era más fuerte. yo. Que un grupo de guardias patrullara —Sí —confirmó Mabel— Pero ¿Para las calles no era algo extraño, siempre dónde van? No he escuchado que pasaba. Pero era la primera vez que haya ningún alboroto. lo veía en persona. Y es que ese día se —¿Y cómo vas a saber vos? Si no te para nos había olvidado el toque de queda. tomaban iglesias. El ejército la boca, ni tiempo nos da de escuchar las noticias —bromeó Roxana; pero *** nadie se rió. No daba risa. A la mañana siguiente, no pude ir al 12