Zaguán Literario 07 Zaguán Literario 07 | Page 22

La cucaracha L a cucaracha se queda inmóvil so- si la mato? Podría deslizar mi brazo bre el espejo. Guarda sus alas y muy despacio, con cuidado de no por un segundo pretende borrar su mover la cortina hasta mi zapato existencia de mi baño. Imagino que para asestarle un golpe mortal. Mi cierra los ojos, que dentro de su di- madre me dijo que nunca hay que minuto cuerpo su corazón tambo- aplastarlas porque de sus vientres rilea. Estoy petrificada dentro de la se desprenden miles de huevecillos, regadera a escasos centímetros de como si fuera una secreta vengan- ella, tratando de ocultarme, de des- za para infectarlo todo. ¿Su madre aparecer. La miro de reojo. Siento le habrá hablado de los peligros de su mirada, temo que al menor mo- quedarse inmóvil sobre un espejo? vimiento se me abalance, entonces Tal vez piensa que debió hacerle caso no podría reprimir el grito. Creo que cuando le dijo que las casas no per- piensa lo mismo, estará igual que yo, manecen solas por mucho tiempo, tratando de contener el aliento, de que nunca debía salir de día ni dejar- pasar desapercibida como si fuera se ver por nadie, quizá por eso ahora una diminuta brizna de polvo en la contiene el aliento y maldice la hora inmensidad de mi espejo, sobre el en que se creyó inmortal. Presiento c