¿Qué se necesita para ser
un bailarín?
Daniela León
B
ailar es flotar en las nubes mientras tu mente y corazón se
desconectan y se van lejos, pero tus pies se mantien sobre
la tierra. Como un árbol que atado a sus raíces deja que sus
hojas se balanceen al ritmo del viento. Atrévete a sentir cómo
cada músculo de tu cuerpo se estira y se contrae como si fuera
una liga, y por más saltos o piruetas que hagas siempre volverá
a su posición original.
Bailar es entregar el alma en cada split; poner en pausa al
mundo para desaparecer como fantasma por un rato, ser tú
mismo, transformar las cosas buenas en maravillosas y las ma-
las en mejores.
Es paz, tranquilidad y placer. El placer de darle un primer bo-
cado a un pastel de chocolate o de ponerte la pijama de franela
después de un día frío o cansado. La paz de escuchar a los Beat-
les en el coche mientras vas en carretera, y la tranquilidad de
tomar una taza de té verde caliente en un día lluvioso.
Bailar es tan agradable como una plática de amor con amigos
y tan reconfortante como un abrazo fuerte de mamá en un mal
día. Bailar también te da la libertad que siente un pájaro al de-
cidir su rumbo mientras siente los rayos del sol sobre sus alas,
sin que nadie lo dirija y sin que nadie le diga qué hacer.
La danza es alivio y cura. Cura el corazón que te rompió esa
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