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Ana Ayala. Originaria de Ciudad de México (1969), empresaria y escritora, radica en la Ciudad de Matamoros, Tamaulipas desde hace 25 años. Ha participado activamente en colectivos culturales, talleres y diplomados de creación literaria. Miembro benemérito del taller literario Rabindranath Tagore en Cuba. Su obra ha sido publicada en diversas antologías nacionales e internacionales.
Poema de Félix Martínez
SE ALEJA EL MAR
Las olas que mojan mis rodillas
traen el sabor a atún con arena
de mis paseos de niño
en las playas del sur
Sus escolleras
son montañas por conquistar
invitan a ascender por ellas;
el golpe burbujeante del mar
se expande en el rostro
y ensancha ilusiones.
La resaca me arrastra
como monstruo sin manos
sube lento,
casi hasta ahogarme.
Brinqué con la punta de los dedos
como ahora
cuando el agua me cubre
como ahora
que alguien ha soplado las aguas
a mi favor,
y me pongo de pie sobre la arena.
Me pongo de pie
para caminar en la orilla
recoger conchas, patear un balón
recibir el sol en el rostro.
Siempre regreso a la playa del ayer.
para mirar sus delfines y barcos
aunque el mar de mi infancia
camina hacia el sur
y yo viaje hacia el norte.
Félix Martínez Torres (Minatitlán, Veracruz 1962). Poeta y narrador. Algunos de sus poemas aparecen en variaz antologias, Pertenece al grupo Ateneo Literario Jose Arrese. Participa además en el Taller de apreciación y creación literaria del Instituto Regional de Bellas Artes de Matamoros.
Poema de Eva Rodríguez
CICATRICES.
Él se ausentó. Antes de alejarse tomó mi mano, colocó un obsequio, un pañuelo blanco, me miró y dijo: Contiene lo más preciado para mí; cuídalo como si fuera él iris de tus ojos, cuídalo de la mano hurtadora, semejante a la hormiga en verano. Fue reflejo de consagración lo que aquella envoltura significaba. Me concentré en guardarlo en el lugar más seguro. Conmigo. Se convirtió en mi primer aliento consciente y mi dulce descanso. Como si la ausencia dijera: Estoy más cerca de lo que imaginas, y el silencio fuera el más sagrado acercamiento de palabras que no se dicen, pero...
Decidí desenvolver el pañuelo blanco y mis ojos se asombraron.
¡Era lo más importante para él! Eran los fragmentos de su corazón, por el cual yo respiraba. Al buscar el mío me di cuenta que él lo tenía. Se podía ver su lento latido: aún tenía vida. Cada fragmento lo reconstruí. Fue finamente tallado y sólo se podían ver cicatrices.
Eva Rodríguez Martínez. Matamoros, Tam. 1971. Psicóloga. Participa en la antología “El Tiempo No Es Olvido”. Participa Con El Taller Literario Del Instituto Regional De Bellas Artes De Matamoros.
Poema de Gabriela Escobar
QUEBRANTO
Mi corazón clama
en el oro de la torre,
entre el mármol de la abadía
y no le encuentro.
Entre alas de paloma
lo extraño;
extraño el ardiente abrazo de las lenguas,
la canción que caía de los árboles,
los desatinos, los dislates
y su pelo negro.
Extraño la resonancia
del césped mojado.
Se acaba el día y él no vuelve,
mis párpados estampa agridulce,
sonrío, lamento, lloro.
La noche es de los grillos,
muere la esperanza,
en este mundo áspero
de emociones imprecisas
sufro yo
y sufre el tiempo.
Gabriela Escobar Zapata. (Cd. Valles, San Luis Potosí,1968). Radica en Matamoros desde la juventud. Escribe poesía y cuento. Licenciada en Educación Física. Audio literario: ¨La Familia¨, obra impresa ¨Pasiones Secretas de la Mediana edad¨; realiza cápsulas poéticas en radio, conductora del programa ¨Romance con Gaby Escobar¨. Participa en el Taller Literario del Instituto Regional de Bellas Artes de Matamoros.