Especialización de las células
Cada gen es una especie de plano, de receta, de código, de software, que desencadena la realización de un proceso biológico específico.
Así, un gen determina que, esas células que se van formando a partir del cigoto, o huevo fecundado, original, se especialicen, sean parte de un tejido biológico particular: de la piel, por ejemplo.
Otro gen determinará que esas células sean parte del cabello; o del corazón; o del hígado; o de los riñones; o de los huesos, etc.
Los genes determinan también otros factores biológicos, como el color de la piel o el cabello; el funcionamiento de un órgano; el desarrollo de alguna enfermedad, como ciertos tipos de cáncer de mama o de ovarios; o la resistencia a ciertas enfermedades.
Cada especie biológica contiene un único y exclusivo conjunto de genes, que la diferencia, y que le impide cruzarse, reproducirse, con las demás especies. Ese único y exclusivo conjunto de genes, se denomina Genoma.
De esta manera, los seres humanos tenemos un genoma característico: el genoma humano. Los chimpancés tienen otro genoma. Los gorilas, otro.
Las mutaciones
En la naturaleza, como en las sociedades, nada permanece estático; todo es dinámico, cambiante, dialéctico.
A causa de diversos factores, como enfermedades, radioacti-vidad, etc., o procesos de adap-tación al medio circundante, los genes también cambian.
Esos cambios en los genes, se denominan mutaciones.
Esas mutaciones, cuando se realizan en las células repro-ductivas, se transmiten de pa-dres a hijos.
Y a consecuencia de las muta-ciones, esos cambios en los ge-nes heredados de padres a hijos, las especies biológicas se van dividiendo en subespecies; o en especies distintas, poseedoras de un genoma diferente.
El reloj molecular
Estudiando el geno-ma del ser humano, y de otras especies biológicas, así co-mo sus fósiles, científicos de todo el mundo, como Allan Wilson (1934- 1991), y Mary-Claire King (1946-), determinaron que, en muchos casos, las mutaciones de los genes se dan
con una frecuencia relativamen-te constante.
A esa frecuencia relativamente constante en la mutación de los genes, la denominaron Reloj Molecular.
El reloj molecular permite, en muchos casos, determinar, con relativa precisión, en qué mo-mento histórico una especie biológica se dividió en dos nue-vas especies, en dos especies d-iferentes.
Abuelos comunes
Usando diversas técnicas, entre ellas la del reloj molecular, los científicos estiman que, hace unos diez millones de años, una especie se dividió en dos: una que dio origen al ser humano, y otra que dio origen al gorila.
Hace unos cinco millones de años, ese predecesor del ser hu-