Vivos & Salvajes Módulo I | Página 4

mano, que ya se había separado del gorila, se dividió en otras dos especies; una que continuó desarrollando, por así decirlo, al ser humano actual, y otra que dio origen al chim-pancé, la especie animal más parecida, gené-ticamente hablando, al ser humano actual.

La Eva Mitocondrial

Mucho tiempo después que nos separáramos de gorilas y chimpancés, hace unos ciento cincuenta mil años, en algún lugar de África, vivió una mujer de la cual descendemos todos los seres humanos que hoy poblamos el planeta Tierra; la denominada Eva Mitocon-drial.

No era la única mujer que vivía hace ciento cincuenta mil años; no se trata de la Eva Bíblica; sólo que los descendientes de las demás mujeres contemporáneas de aquella Eva que es nuestra abuela común, no lograron so-brevivir, dejaron de existir en cierto momento histórico, sin lograr que alguno de sus descen-dientes llegara al día de hoy.

Imagíneselo así; anote en la parte superior de una hoja el nombre de su abuela materna; ba-jo el nombre de su abuela materna, escriba el nombre de su mamá y de cada tío y tía de us-ted; y bajo el nombre de su mamá y de cada tío y tía de usted, escriba el nombre de cada uno de los hijos e hijas de su mamá y de cada tío y tía de usted.

Parece trabalenguas; pero no lo es; hágalo; y luego, con un lápiz, encierre todos los nom-bres en un triángulo, cuyo vértice está justo encima del nombre de su abuela materna, y la base justo debajo de los nombres de la tercera generación; es decir, debajo de los nombres de

de cada uno de los hijos e hijas de su mamá y de cada tío y tía de usted.

Luego, dibuje un pilar, un tronco, que sos-tenga el triángulo que usted dibujó, y que encierra los nombres de su abuela materna, su mamá, sus tíos y tías, y sus hermanos, hermanas, primos y primas.

Hágalo, y verá que parece un árbol de pino. Sólo que no es un árbol de pino. Es un árbol de generaciones, un árbol genealógico (pa-labras que vienen de “gen”).

Ahora, imagínese que, en la punta de ese árbol genealógico ya no está su abuela ma-terna, sino la abuela de su abuela; o la a-buela de la abuela de su abuela; no lo haga; no gaste papel; sólo imagíneselo.

Verá que, mientras más arriba su antepasa-da, más alto el árbol y más ancha la base de su árbol genealógico; más parientes suyos, todos cada vez más lejanos.

Si sigue subiendo, un día llegará a la Eva Mitocondrial, que vivió hace ciento cin-cuenta mil años.

Suba más, y llegará a la abuela que usted tiene en común con ese gorila y ese chimpancé que vio el otro día en el zoológico.

Así que, nos guste o no, todos tenemos un ancestro común; todos somos parientes; gorilas, chimpancés y seres humanos; más o menos lejanos, pero parientes; unos, todavía hoy, más parecidos que otros a nuestros antepasados lejanos; pero parientes.

Los científicos dicen que el genoma humano y el del gorila coinciden en un 97 %.

El genoma humano y el del chimpancé coinciden en un 98.7 %, aproximadamente.