4
Por ello el dolor puede ser leve o sumamente molesto, tanto que obliga al enfermo
a tomar medicamentos para poder funcionar en su vida cotidiana.
La persona afectada por el SII debe comprender que no padece un trastorno
grave, que pueda poner en peligro su vida o que pueda evolucionar a un mal
mayor.
Estadísticamente esta es la mayor preocupación de las personas que acuden al
consultorio del médico. Tienen temor de tener algo serio o algo grave.
Por eso en un tiempo se lo consideraba un trastorno neurótico y como vimos en la
definición una de las denominaciones por la que este trastorno es conocido es
neurosis intestinal.
De todas formas la mayor parte de los investigadores sigue creyendo que en su
génesis (todavía desconocida) hay un fuerte componente de la esfera neurológica.
Los síntomas se agravan con el stress, la depresión y la ansiedad.
Lo más importante es tomar conciencia de que ha aumentado mucho en los
últimos años, ya que antes casi nadie hablaba de esto y ahora más del 14%
(según las estadísticas) de las personas manifiestan problemas digestivos
compatibles con SII.
Otros trastornos intestinales producen cuadros muy parecidos al SII y generan
confusión.
La enfermedad celíaca también cursa con dolor abdominal episódico,
desencadenado muchas veces por cuadros de stress o ansiedad y alternancias de
estreñimiento y diarrea. Pero en el caso del Síndrome Del Colon Irritable no hay
alteraciones estructurales, y sí las hay en la celiaquía.
Una biopsia de intestino revelará al ojo del patólogo las alteraciones microscópicas
de las vellosidades intestinales que se atrofian en la celiaquía y no en el SII.
Otro cuadro muy parecido es el trastorno de sensibilidad al gluten. En este caso
los síntomas coinciden, a saber dolor o molestias abdominales, diarrea,
estreñimiento o alternancias entre constipación y diarrea.