ACTA
El violín: primer instrumento perfecto
reciente estudio de la Universidad A & M de Texas publicado hace unos meses en la revista Nature. Un equipo de investigadores de esta universidad, dirigido por el bioquímico húngaro Joseph Nagyvary, analizó y comparó muestras de madera de instrumentos antiguos junto con piezas de madera de los bosques centroeuropeos, encontrando datos reveladores sobre las características peculiares de la madera usada por los maestros de Cremona. un sonido más nítido y libre de ruidos. El Dr. Nagyvary llegó a la conclusión de que los luthiers de Cremona aplicaban este tratamiento a la madera no sólo como protección, sino también como potenciador de las propiedades sonoras del instrumento.
Esta investigación viene a reforzar las teorías que el Dr. Nagyvary viene postulando desde hace décadas. A mediados de los años 60 se empezó a interesar por el uso histórico de insecticidas en las zonas madereras de Centroeuropa. Le había llamado la atención el hecho de que los violines de Cremona no sufrieran el azote de las termitas en la misma medida que otros instrumentos y muebles de madera del norte de Italia, y se preguntó si los Stradivarius no deberían su extraordinario sonido a alguna de las sustancias que se utilizaban en la época para proteger la madera, como insecticidas y resinas que impedían la aparición de hongos.
En el reciente estudio antes citado, cuyos resultados salieron a la luz en diciembre del pasado año, se analizaron muestras de madera extraídas en los procesos de restauración de una serie de instrumentos antiguos. En primer lugar, tres violines cremonenses de comienzos del siglo dieciocho, dos de ellos Stradivarius fechados en 1717 y 1731, y el tercero un Guarneri del año 1741. Junto con los instrumentos italianos se analizaron otros dos de origen y época posterior, un violín Grand-Bernardel fabricado a mediados del siglo XIX en París, y una viola, de 1769, del taller londinense de Henry Jay.
Las muestras de madera se analizaron mediante una espectroscopia de infrarrojos, obteniendo unas gráficas similares en el caso de los Stradivarius y Guarnerius, que se distanciaban claramente de las ofrecidas tanto por los otros instrumentos analizados como por las maderas actuales. Para el Dr. Nagyvary los resultados demuestran el efecto indudable de un tratamiento químico, que debía consistir en un remojado previo en salmuera – para abrir los poros de la madera y hacerla más permeable – seguido de la aplicación de una mezcla de varias sustancias. Una de ellas era un insecticida llamado bórax que además reforzaba la madera de los violines haciéndola más resistente y realzando su sonido. Otra era una mezcla de resina de cerezo con polvo de cuarzo, que reforzaba la madera de los violines y le daba un aspecto brillante. Estas sustancias saturaban los poros de la madera aumentando su dureza, de lo cual resultaba
Figura 21. El doctor Nagyvary con uno de sus violines
NOTA: Nacido en la vieja Centroeuropa, su azarosa vida le ha llevado desde la región de los Cárpatos hasta el estado de la Estrella Solitaria, pasando por Suiza y Gran Bretaña, donde desarrolló su formación científica junto con los premios Nobel Paul Karrer y Alexander Todd. En la actualidad es catedrático de Bioquímica en la Universidad de Texas y fabrica sus propios violines.
àEntrevista a Paul Friedhoff
Paul Friedhoff es violonchelista y luthier. Natural de Oregón, Estados Unidos, desempeña su labor como músico de la Orquesta Sinfónica de Madrid, y está adscrito al Teatro Real de la capital de España.
u La Universidad A & M de Texas afirma haber descubierto el tratamiento de la madera que hacía tan excepcionales los Stradivarius y los Guarnerius. ¿ Qué opina usted de esto?
Bueno, la verdad es que este tipo de cuestiones son siempre muy controvertidas. La búsqueda de ese secreto no es actual, sino que se lleva trescientos años tratando de encontrarlo. En el siglo XIX se hicieron muchas pruebas científicas sobre formas, tamaños,
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