Vida Médica Volumen 77 N°1 2025 1 | Page 17

VIDAMÉDICA / Entrevista { 17
Francisco y Javiera; su exmarido Francisco, junto a su pareja Rosario; y su expareja Enrique, internista y reumatólogo. Todos ellos fueron fundamentales en lo emocional y en la logística de su estadía en España. Además, recibió el respaldo de dirigentes gremiales, familiares y amigos, quienes la acompañaron en cada etapa del tratamiento. Fue un periodo difícil, doloroso, pero en la actualidad se mantiene con buena salud, con controles oncológicos cada seis meses y agradecida de todos los que le brindaron su cariño y apoyo. La Dra. Pacheco proviene de una familia de clase media. Sus padres, José y María Aida, se trasladaron del sur a Santiago. Aunque ambos tenían educación incompleta, eran grandes lectores, inteligentes y muy cultos, lo que motivó a sus cuatro hijos a estudiar. Todos ellos son profesionales: Luciano, el mayor, es ingeniero; Nérida, bióloga y genetista; Sergio, médico internista y broncopulmonar; y la Dra. Pacheco, la menor, médica cirujana. Su hermana, diez años mayor, falleció de cáncer de mama a los 35 años.“ Tengo una mutación de un gen que se llama BRCA1 y seguramente mi hermana también lo tenía”, comenta. La enfermedad la llevó a cambiar su intenso ritmo de vida. Hoy atiende en su consulta, habilitada en su parcela, donde organiza personalmente su agenda. Cuenta con una sala de procedimientos para tratamientos flebológicos y cirugía menor. Además de la medicina, le apasiona el aprendizaje en diversas áreas, por lo que ha realizado cursos de Mindfulness, orfebrería, medicina estética, maquillaje y reiki. También es profesora de yoga— imparte clases a sus amigas—, practica karate, nada en su piscina, juega con sus mascotas y confiesa que tiene“ un montón de plantas”.“ Si hay alguna cirugía mayor, hago una o dos al año, no más que eso, estoy tratando de estar lo más tranquila posible; me importa mantenerme muy en paz, muy equilibrada. Cambié totalmente mi sistema de vida, de manejo del estrés y de alimentación( es vegana y no consume gluten ni azúcar)”, afirma la Dra. Pacheco.
LOS PRIMEROS PASOS EN LA MEDICINA La Dra. Pacheco se tituló en la Universidad de Chile e inmediatamente realizó la especialidad de cirujano general de adultos. En el concurso nacional de becas tuvo la posibilidad de ir a Valdivia, pero en ese momento su madre se enfermó de una tuberculosis renal y su hermana estaba grave, con el cáncer muy avanzado.“ Decidí optar por una beca autofinanciada en la misma universidad, en el Hospital Paula Jaraquemada, actual Hospital Clínico San Borja Arriarán”, recuerda.
En un área dominada por hombres, no debió haber sido muy sencillo demostrar sus capacidades ¿ Cómo fue esa época? En la beca no éramos muchas mujeres. Había un ambiente bastante machista, un medio con mucha agresividad. Me propuse hacer las cosas a mi manera, siendo yo misma. No quiero ser como una caricatura de un hombre, sino que estoy convencida de que las mujeres podemos hacer lo mismo que los hombres,
A veces, conversar con un paciente es más importante que agobiarlo con exámenes
pero siendo una misma no más. No necesariamente imitar al otro sexo. En esa época la beca era bien exigente. A pesar de que era autofinanciada, teníamos un sistema más como de trabajadores que de alumnos, en cuanto a la cantidad de vacaciones, turnos, horario. O sea, era como un funcionario más. Fue bien duro. Y como era autofinanciada, tenía que gestionar mis ingresos. A veces, hacía turno de reemplazo en la Posta Central. Además, estuve en la Unidad Coronaria Móvil y una amiga que tenía un centro médico me permitió hacer consulta ahí. Así logré subsistir, pues no nací en cuna de oro.
Dentro de su carrera profesional, se destaca su llegada al Hospital de Rancagua donde fue la primera cirujana de adultos del establecimiento y de la región, ¿ cómo la recibieron sus colegas en ese entonces? Antes de llegar al Hospital de Rancagua, primero estuve por un corto tiempo trabajando en el de Talca, en urgencias y en el equipo de cirugía vascular periférico, porque me quería ir de Santiago, pero me llamaron de la Posta Central y me ofrecieron un cargo. En ese tiempo conocí a mi exmarido, Francisco( Ingeniero Civil en Minas). Nos casamos y como a los 3 años nació nuestro primer hijo, Francisco Jesús. Tuve un embarazo complicado y luego, debido a que se enfermaba mucho en el invierno porque los niveles de contaminación lo complicaban, decidimos irnos de Santiago. Así llegamos a la Sexta Región, donde fui la única mujer cirujana y jefa de turno por muchos años. Al comienzo, mis colegas no sabían si tenía experiencia o no, lo que generaba cierta desconfianza. Aunque había estado en la Posta Central, que era una gran escuela, había una especie de desfile de colegas en el pabellón donde estaba operando. Sin embargo, con el tiempo construimos con los colegas excelentes relaciones de respeto y cariño, así como con el personal. En esos tiempos, nació en Rancagua mi hija Javiera Magali de Lourdes. También fue un embarazo complejo y tuve que hacer reposo al igual que con mi hijo Francisco, pero valió la pena cuidarme en los embarazos, ya que tuve la mejor hija y el mejor hijo que pudiera desear, ambos excelentes personas y profesionales en su área( kinesiólogo y psicóloga). Empáticos, amorosos, ambos de un hermoso interior y un corazón amable. Recuerdo con mucho cariño cuando estaba de turno y mi exmarido los llevaba a verme al hospital. Eran pequeños y conocían el pabellón, la urgencia, la residencia. Íbamos al casino o la cafetería a comer algo, cuando el trabajo en la urgencia lo permitía, y aprovechábamos de regalonear un rato.
COMPROMISO GREMIAL Además de su exitosa carrera profesional, también dedicó su tiempo a la actividad gremial. ¿ Qué la motivó a tomar esta decisión y convertirse en dirigenta, primero a nivel local y luego dar el salto a la esfera nacional? Estuve varios años en el directorio de la Sociedad de Cirujanos de la Sexta Región y después fui su presidenta. Posteriormente, recuerdo que venían las elecciones del Colegio Médico Regional, entonces, una secretaria, que era la señora Edith, me dijo, doctora, ¿ por qué no se postula usted, ya que organiza bien las cosas?