18 } VIDAMÉDICA /REPORTAJE
CONTAMINACIÓN DEL AIRE
Ciudades disímiles, con climas y entornos geográficos muy
diversos enfrentan un grave problema para sus comunidades.
San Felipe, Santiago, Rancagua, Talca, Chillán, Los Ángeles,
Temuco, Osorno, Coyhaique, entre otras, viven altos índices de
contaminación del aire por distintas fuentes, ya sean por las
producidas por vehículos, industrias y hasta de consumo de
elementos para calefacción.
El doctor Ilabaca explica que “nuestro país presenta condi-
ciones de mala ventilación y de inversión térmica en la lla-
mada depresión intermedia, que es el espacio físico entre las
cordilleras de los Andes y de la Costa, por lo que se produce
una mayor cantidad de problemas porque se acumulan los
contaminantes”.
La mayor toxicidad y concentración provoca riesgo de ocu-
rrencia de episodios respiratorios, alteraciones en patologías
crónicas para pacientes con asma, bronquitis obstructiva y
cardiopatías. Entre los efectos se encuentra que provoca la
obstaculización de mecanismos de defensa, generando enfer-
medades como neumonía y complejos cuadros, principalmen-
te en grupos como niños pequeños, embarazadas y adultos
mayores.
El doctor Claudio Vallejos es el presidente del Colegio Médico
Coyhaique y en esa zona existe un complejo escenario: Sólo
en el invierno de 2018 se produjeron 98 episodios críticos. “La
contaminación ambiental es un problema de salud pública y
en nuestra región ocurre porque en una década se pasó de 30
mil habitantes a cerca de 63 mil y el medio energético más
económico es la leña y se ocupa la que está al alcance de los
bolsillos, es decir, la de peor calidad. El Estado debe hacer
un esfuerzo en apoyar a la ciudadanía porque es una parado-
ja que esto ocurra en una zona que busca destacarse por su
atractivo natural”, asegura.
ZONAS DE SACRIFICIO
Si bien, el Instituto Nacional de Derechos Humanos no tiene
una definición oficial sobre el concepto de “Zona de sacrificio”,
sí existe una serie de características uniformes para este tipo
de territorios en base a las informaciones de las agrupaciones
locales. Osvaldo Torres, jefe de estudios de la institución, co-
menta que “son lugares que reciben el impacto negativo de una
alta concentración de empresas contaminantes, con elevados
niveles de pobreza y con una debilidad del Estado en regular
y fiscalizar”.
El organismo, en base a las misiones de observación que ha
enviado a Copiapó, Quintero-Puchuncaví y Til Til, ha defini-
do que los principales derechos afectados son a la salud, a la
educación y a vivir en un ambiente libre de contaminación.
“En estas zonas se afecta a las personas no sólo en episodios
críticos, sino que es una constante, en especial la de los niños
que se desarrollan ahí. Los servicios de atención primaria no
están preparados y no tienen sistemas de monitoreo”, explica.
Incluso, los efectos estarían asociados a los bajos rendimien-
tos en instrumentos de medición educativa como son el Simce
y la PSU.
En el caso de Quintero- Puchuncaví, la histórica demanda
se inició luego de décadas de operación de termoeléctricas
y fundiciones. Las primeras se instalaron entre 1958 y 1964,
recibiendo más y nuevas industrias durante cerca de cuatro
decenios.
La doctora Diana Pey es miembro del Departamento de Medio
Ambiente del Colegio Médico Valparaíso y del Nacional, ha
sido parte de las mesas de trabajo con la comunidad y conoce
la realidad y su alto grado de complejidad. “Lo más grave es
que en el último peak se atendió a más de mil 500 personas y
casi un año después todavía no se conoce la sustancia química
que produjo las intoxicaciones. Sin saber eso no se puede pre-
ver para que no se repita y eso es bastante complejo. No existe
la regulación, ni las mediciones para controlar las emisiones
de las empresas”, precisa.
Según denuncias de la población, en los últimos meses se han
sobrepasado varias veces los límites, sin que se declare emer-
gencia. Durante los episodios, se producen dolores de cabeza
y gastrointestinales, entre otros síntomas. Según Pey, el efecto
a largo plazo se conocerá en los próximos meses luego de un
estudio epidemiológico acabado que se está llevando a cabo,
pero pese a eso, indica que la mortalidad por infarto es mayor
en ese lugar.
Otros territorios que viven una situación similar, con varias
termoeléctricas e industrias, son Tocopilla, Mejillones, Huasco
y Hualpén-Coronel.