VIDAMÉDICA / REPORTAJE
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MINERÍA
La minería genera impactos de variadas maneras. A lo largo de
Chile se pueden encontrar una diversa gama de conflictos por
el trabajo para obtener recursos naturales como cobre o car-
bón, por ejemplo. Ezio Costa, precisa que “en cada una de las
distintas etapas del proceso minero hay afectación a la salud.
En la extracción se interviene el agua o al polvo en suspensión
de las faenas; en el caso de los relaves, también por contami-
nación en el agua o los pasivos ambientales que quedan y las
fundiciones han enfrentado conflictos en varios lugares”.
Otro tema asociado es el efecto del acopio y paso de polime-
tales. En Arica, la situación proviene de la llegada de este tipo
de elementos entre 1984 y 1986, por parte de una empresa sue-
ca que envió barros metálicos a Chile para su tratamiento. La
empresa que estaba a cargo nunca lo realizó y abandonó a la
intemperie los productos.
En Antofagasta, por otra parte, el arribo y almacenamiento
de plomo desde Bolivia luego del Tratado de Paz, Amistad y
Comercio de 1904 por la Guerra del Pacífico; el traslado de
concentrados de cobre en camiones tolva y la ingesta de agua
potable con altos niveles de arsénico entre los años 1950 y
1971 han generado una alta morbilidad de graves enfermeda-
des. Según estudios, la tasa de incidencia de cáncer de piel,
vejiga y pulmón en la Región de Antofagasta es entre cinco a
siete veces más que la tasa de incidencia nacional.
El doctor Aliro Bolados, como presidente del Colegio Médico
Antofagasta, ha solicitado declarar zona saturada a esa ciudad
y ha sido parte de investigaciones epidemiológicas y acciones
legales. “Toda la ciudad ha sufrido eventos que han perjudica-
do a la salud humana, que hacen que exista una predisposi-
ción al cáncer pulmonar que se refleja en las tasas más altas
de prevalencia del país. Seguimos sufriendo la contaminación
con las cargas y descargas de concentrados. Existe más con-
ciencia en la población y esperamos que se vayan generando
soluciones porque es un problema que tenemos en las ciuda-
des puerto”, comenta.
Otra parte, otra de las preocupaciones tiene relación con la
presencia de relaves mineros. El Doctor Ilabaca explica que
son “depósitos de los residuos que quedan almacenados en al-
gunas lagunas porque se utiliza el agua como elemento para
extraer metales de interés comercial. Ahí quedan restos de ar-
sénico, cadmio, plomo y otras sustancias”. El riesgo, asegura,
es intoxicar las napas profundas o cultivos. “Esto, en especial
por la falta de planes para relaves abandonados y muchos
que no tienen protocolos de manejo”, indica. Esto ocurre en
Copiapó, Santiago y en el Maule.
Finalmente, proyectos como la minera Dominga, cercano a
la Reserva Nacional Pingüinos de Humboldt, en la Región de
Coquimbo; Los Bronces en la Región Metropolitana y Mina
Invierno en Isla Riesco en Magallanes, han levantado un gran
debate sobre sus efectos ambientales.
SALMONES, MAR Y CELULOSA
Además, de esos grandes grupos de conflictos, a juicio de los
especialistas, existen otros problemas que son relevantes. El
efecto de la salmonicultura en las regiones de Los Lagos,
Aysén y Magallanes y también el efecto en todo el país de los
plásticos y desechos orgánicos en el mar.
La producción de salmones en el sur del país, a juicio de Ezio
Costa, conlleva alertas al ser consumidos. “Por el exceso de
químicos y antibióticos que les ponen, existe la posibilidad
de que se genere resistencia a los antibióticos humanos, a lo
que se suma que la salmonicultura intensiva provoca la des-
trucción de ecosistemas marinos por la basura y los restos
orgánicos que dejan”, relata.
El doctor Ilabaca, en tanto, advierte sobre los desechos en el
mar “tenemos superficies marinas llenas de plásticos flotan-
te de tamaños de países completos y eso una gran preocupa-
ción cómo esta afectando las cadenas alimenticias marinas
y esa contaminación también ocurre en nuestro país tanto
como con desechos orgánicos”.
Otros puntos que deben estar en el centro de las preocu-
paciones son los fenómenos atmosféricos como tornados o
trombas marinas y otros eventos producto del cambio cli-
mático; la escasez hídrica que provoca que cerca de 80 co-
munas de todo el país se encuentren con sequía; el uso de
plaguicidas en las zonas agrícolas y las forestales, tanto por
las celulosas, como por la plantación de bosques con mayor
consumo de agua y la contaminación del mar por plásticos y
desechos orgánicos.
Sin duda, grandes desafíos que no sólo nos obligan a mirar al
pasado y al presente, sino que también comenzar a evaluar
efectos en los organismos de ondas magnéticas o elementos
que se utilizan hoy en día en millones de máquinas que re-
cién comienzan a ser parte de nuestras vidas.