El disco contiene piezas inigualables (el tema que abre el largo, "Black Celebration") y el conjunto de temas más tristes de toda la carrera del grupo. Este álbum es con el que Depeche Mode se consagra como una de las mejores bandas a nivel mundial, asentando su popularidad y aupando sus discos entre los más vendidos en los años de su lanzamiento. El disco llega a vender 3 millones de copias, algo inimaginable en los comienzos.
Inicialmente, el título del disco que Depeche Mode saca en 1987 puede sonarnos demasiado pretencioso: "Music for the Masses", pero el éxito de este álbum no merecía menos. Gracias a este disco el cuarteto británico se embarca en una monstruosa gira por todo el planeta, con Madrid y Barcelona en la agenda del grupo y consigue una larga serie de éxitos en las listas americanas, consolidándose como la banda más grande del techno de los ochenta junto a New Order y Pet Shop Boys.
Eso sí, en lo que se refiere a popularidad en Norteamérica no hay comparación posible con las otras dos bandas. Basta con ver y escuchar el directo 101 que se grabó en Pasadena (Los Ángeles) ante 76.000 personas. Es, desde entonces, cuando los grandes maestros de la electrónica mundial, Kraftwerk, pasan a un segundo plano que nunca posteriormente han conseguido salir.
En cuanto a la música del álbum hay que comentar que se grabó en París y Londres, con la producción de David Bascombe, futuro colaborador de Suede. El single anticipo del álbum fue "Strangelove", al que siguieron "Never Let Me Down Again", un fracaso comercial pero para muchos su mejor canción, sobre todo en concierto, "Behind The Wheel" y "Little 15".
"Music For The Masses" contiene impresionantes riffs de guitarras ("Nothing") que son azotados por un muro sonoro creado por la combinación de percusión, sintetizadores y pianos convencionales, melodías adictivas y partes orquestales ("Little 15"). Sobre esta increíble base musical Gahan se encuentra en su mejor momento vocal, uno de tantos quizás.
En definitiva, grandiosas y grandilocuentes canciones que convierten al disco en su mejor disco sólo superado por Violator y que encamina a Depechse Mode a un lugar introspectivo y oscuro sin ningún precedente.
Un año después de la edición de "Music For The Masses" aparece "101", un disco grabado en directo llamado así porque fueron estos los conciertos que dieron en el tour. En este álbum, Depeche Mode, demuestra que es perfectamente capaz de llevar su música de estudio a un escenario gigantesco y que su arsenal de sintetizadores podía codearse perfectamente con el formato habitual de cualquier grupo de rock al uso.
Las canciones grandilocuentes de los ingleses se muestran inmensas y más cercanas que en los álbumes de estudio, mientras que los temas lentos se vuelven más intimistas y recogidos. Si a todo esto unimos los contínuos coros del público a lo largo del disco, éste se convierte en algo cercano, vivo y latente.
Mayoritariamente tocan temas del "Music For The Masses" que contiene uno de los momentos más álgidos de los conciertos y que desde entonces no falta en ninguna gira de la banda de Basildon, "Never Let Me Down Again". Para cerrar los conciertos tocan "Everything Counts" que fue el tema que sirvió de single para promocionar el álbum. De este modo, Depeche Mode firmó un disco muchísimo mejor de lo que muchos esperaban. Llegó a vender más de 7 millones de copias y fue el reclamo imprescindible para que la banda se convirtiera en mítica en España. Todo lo que rodeaba a partir de aquí a Depeche Mode hasta tres años vista era memorable. Las camisetas que predominaban el cambio de década en Valencia eran las de la célebre portada del "101" y la de la rosa del "Violator". Irrepetible.
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