veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 82
VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
Reglas y restricciones
Las reglas y restricciones no son medios en sí mismos, sino una
forma de llegar a algo que no conocías antes. Más restricciones
consiguen un proyecto más rico: es una decisión menos que tie-
nes que tomar. Las reglas, por otra parte, son voluntarias (…)
Hay un método de trabajo que subyace en este juego entre las
reglas y las restricciones, que es la confianza en la lógica de la
disciplina. 11
11 Stan Allen, en Giancarlo Valle (ed.),
Luis M. Mansilla+Emilio Tuñón.
From rules to constraints (Zurich:
Lars Müller Publishers, 2012), 24.
12 Rafael Moneo, “Acerca de como un
edificio podría -e incluso debería-
haber sido: la “inversión” de un pro-
ceso arquitectónico”, en De palacio
Villahermosa a Museo Thyssen-Bor-
nemisza: historia de un edificio,
editado por José Manuel Barbeito
y Rafael Moneo (Madrid: Museo
Thyssen-Bornemisza, 2017), 126.
Luis Moreno Mansilla fue el encargado de coordinar el proyecto de la re-
conversión del Palacio de Villahermosa para alojar la colección Thyssen.
El palacio había sido objeto de varias reestructuraciones y Rafael Moneo
señalaba que la condición palaciega se había ido perdiendo, y que la inter-
vención debía generar un nuevo orden estructural que volviese a recupe-
rar el carácter del edificio, apoyándose en la fachada norte del palacio. 12
El gran vacío central y las salas laterales concatenadas encajan dentro
del prisma del palacio. Las circulaciones se colocan alrededor del espacio
central y todo el orden del proyecto se manifiesta en la cubierta, con los
lucernarios dispuestos para cada tipo de sala.
A la hora de afrontar el diseño de su primer proyecto, Mansilla y Tuñón
emplearon una estrategia que aparecerá a lo largo de toda su trayectoria
de como equipo. Delimitan a priori las condiciones de partida del proyec-
to, unas restricciones y unas reglas que serán las que ayuden a tomar las
decisiones que configuren la obra de arquitectura:
Miralles nos había invitado a dar clases en la Stadelshulle (…)
Hablábamos en esas cenas de Oulipo, el taller para la literatu-
ra potencial, de cómo cada proyecto se cruza con una serie de
limitaciones concretas, y de cómo estas constricciones hacen de
catalizador del acto de proyectar. Para Miralles era importan-
te hacer extensivas las constricciones al propio interés de cada
uno, a lo más subjetivo, incluso a la propia curiosidad (…) Enric
Miralles sostenía que era fundamental aprender de su juego de
potencialidades, de la fuerza de las constricciones (…). 13
13 Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansi-
lla, Conversaciones de viaje (Madrid:
Asimétricas, 2010), 39.
En este caso se tomó como origen del proyecto un único tipo de lucerna-
rio que se repite en distintas configuraciones y tamaños, a partir del cual
se ordena todo el edificio.
Los elementos se repiten a través de un mismo sistema espacial
que genera una infinidad de espacios diferentes. 14
14 El Croquis 161 (2012), 180.
Un análisis de su cubierta permite entender cómo está dispuesto el inte-
rior del espacio. Una gran sala central (Fig.3), a la que se abren visuales
desde las salas laterales o desde los espacios de circulación. Como en el
palacio de Villahermosa, la cubierta del espacio principal, con los lucer-
narios de mayor tamaño, se encuentra a un nivel inferior respecto a la
cubierta del resto de salas.
La forma del lucernario remite a la del museo madrileño, y con una única
sección se resuelve todo el proyecto.
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DAVID GARCÍA-ASENJO LLANA. Museo de Zamora. El primer paso de Mansilla y Tuñón. pp. 78-88