veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 81
ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2019 | 01.VAD
El cuerpo principal del museo se sitúa en el vacío del solar. Se resuelve
en un volumen cúbico, cerrado completamente al exterior salvo algunas
aberturas puntuales. Lo angosto del terreno disponible y lo irregular del
perímetro hacen que sea percibido en las distancias cortas siempre de
forma fragmentaria. No aparece al exterior, preservando la fachada del
palacio como elemento significativo. El proyecto respeta al máximo las
preexistencias presentes en el lugar y las incorpora de forma natural, des-
tacando su valor. Así se integra el tramo de arquería que queda como
vestigio del patio del palacio, que sirve de pie forzado a la organización in-
terior del nuevo edificio, pero se separa de este para respetar la preexis-
tencia y marcar su carácter de obra nueva. La propia tapia de la cuesta
de San Cipriano se construye con los materiales del lugar, no hace pensar
en una intervención moderna. Recuerda al muro que define el límite de
la Fundación Joan i Pilar Miró en Palma de Mallorca. Un elemento tomado
de la arquitectura popular y que solo manifiesta su carácter en el hueco
de acceso. También se repite el modo de llegar al interior del edificio: un
recorrido a través del solar en el que el visitante acomoda su ritmo a la
pausa que requiere la visita. Una transición entre el trasiego de la calle y
la tranquilidad del museo.
Esta ocultación del volumen del nuevo edificio en la escala cercana se
transforma al ascender hacia el centro de la ciudad. Desde los miradores
del casco histórico se puede apreciar la cubierta de zinc, pautada por las
líneas paralelas de los lucernarios, que introducen un objeto contempo-
ráneo en el paisaje de cubiertas de teja. Responde así al lugar en dos
escalas, la próxima, en la que se oculta en el interior del solar, mostrán-
dose de forma fragmentaria, y una decidida imagen lejana, desde la parte
alta de la ciudad, a la que se muestra de modo completo, enseñando su
organización interior a través de la lectura de las familias de lucernarios.
Esta configuración de un recinto que delimita un conjunto de edificacio-
nes vuelve a aparecer a una escala mayor en la rehabilitación de la anti-
gua fábrica de cerveza de El Águila. Este fue el primero de los concursos
que ganaron una vez establecidos como estudio, ante la sorpresa 10 por
su éxito ante otros equipos más consolidados. Las distintas fases por las
que pasó este edificio tienen en común la coexistencia de preexistencias
y edificios de nueva creación. Todo el ámbito cuenta con un único acce-
so principal, a partir del cual se permite el movimiento por los espacios
intersticiales. Del mismo modo queda organizado el conjunto del museo
de Bellas Artes de Castellón, esta vez en una manzana completa y regular
del ensanche de la ciudad.
Se puede observar cómo el espacio previo a la entrada, pensado como
un lugar intermedio diferenciado de la vía pública, es una constante en
los proyectos del estudio. Se oculta la entrada en el Auditorio de León. La
gran fachada reticulada esconde a la vía pública el cuerpo principal del
edificio y protege el espacio de acceso al interior de la sala.
DAVID GARCÍA-ASENJO LLANA. Museo de Zamora. El primer paso de Mansilla y Tuñón. pp. 78-88
10 “Cuando ganamos el Águila, alguien
de la ETSAM dijo: ‘¿Quiénes son
éstos, que no han puesto un ladrillo
en su vida?’”. Emilio Tuñón y Luis
Moreno Mansilla, Mansilla + Tuñón,
1992-2012: in memoriam: geome-
trías activas=active geometries, El
Croquis 161 (2012),182.
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