veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 80
VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
7 “De 1992 a 1996 habían hecho el
pequeño pero exquisito Museo de
Zamora, por iniciativa de Carlos
Baztán, uno de los arquitectos que
trabajaron para muy distintas ad-
ministraciones y que favoreció su
carrera arquitectónica al reconocer
su alta calidad”. En Antón Capitel,
“Luis Moreno García-Mansilla: Un
gran amigo y un gran arquitecto ha
desaparecido”. Cuadernos de proyec-
tos arquitectónicos, 3 (2012), 7.
8 Emilio Tuñón, en Susana Gallego y
Miguel García-Redondo, “Mansilla
+ Tuñón. Museo de Zamora”, Mi
primera vez: http://www.miprime-
ravez.es/2013/01/mansilla-tunon/
(último acceso: 31 de mayo de
2019)
9 Rafael Moneo, “Mansilla + Tuñón:
una declaración de intenciones”,
en 2G. N. 27. Mansilla+Tuñón: obra
reciente=recent work (Barcelona:
Gustavo Gili, 2003), 5.
Figura 2. Plantas del Museo de Bellas
Artes y Arqueología de Zamora. Fuen-
te: AV Monografías 144 (2010), 29.
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Durante esta época con Moneo habían mostrado su inquietud intelectual,
ya que se relacionaban con un círculo más amplio, no solo de arquitectos
sino también de artistas, vinculado a la vida cultural de Madrid. Partici-
paron en exposiciones, colaboraron con diversas revistas e incluso co-
menzaron a dar clases en la ETSAM. Gracias a estos contactos pudieron
acceder a un pequeño encargo que finalmente se convirtió en el proyecto
para el Museo de Bellas Artes y Arqueología de Zamora. 7
En diciembre de 1990, el Ministerio de Cultura nos encargó unas
obras de emergencia, para recalzar un muro del Palacio del Cor-
dón en Zamora. A raíz de esas obras de emergencia, se nos en-
cargó un estudio previo para la instalación del Museo de Zamora
en el Palacio del Cordón. Entregado el estudio previo, y sobre la
base de ese estudio previo, tuvimos que hacer una oferta para
hacer el proyecto de ejecución del Museo de Zamora… fuimos
seleccionados entre las tres ofertas que se presentaron y ya lo
demás es historia... 8
Desde el lugar al paisaje
La arquitectura como geografía. La arquitectura, obligatoria-
mente, se inscribe en un lugar consolidándolo o transformándo-
lo, en una palabra, dotándolo de una vida. A pesar de que tantos
pensadores hablan hoy del no lugar, la arquitectura de Mansilla
y Tuñón viene a probar que el lugar no puede olvidarse, que la
aparente generalidad de lo construido entra siempre en fricción
con lo que había. Cabría decir que aquel momento inicial en el
que se imagina, o si se quiere, se inventa el sistema, ya es una
respuesta al lugar. 9
El Palacio del Cordón, uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil
del siglo XVI en Zamora, se sitúa en la plaza de Santa Lucia, en los límites
del recinto amurallado de la ciudad, próximo al río Duero. La plaza que
conforma la única fachada que se mantiene del palacio y la iglesia de
Santa Lucía es un espacio libre en la densa trama medieval. De ella parte
la cuesta de San Cipriano, que asciende hacia la ciudad y rodea el solar
que ocupaba el palacio. El origen del museo de Zamora está en las desa-
mortizaciones del siglo XIX, y tras una serie de avatares se consiguió que
parte de la futura colección se alojara provisionalmente en la iglesia de
Santa Lucía y en un primer intento de rehabilitación (reconstrucción más
bien) del palacio. Una vez recibido el encargo de realizar el nuevo edificio,
una decisión clave de los arquitectos fue desvincular el acceso al museo
de la única fachada que se conservaba del palacio, cuya decoración es la
que le da nombre. Mansilla y Tuñón crearon un recinto delimitado por la
fachada del palacio, la tapia en la cuesta de San Cipriano y los edificios
colindantes. Se ingresaría a este recinto, y desde este a las instalaciones
del museo. La siguiente decisión era establecer la cota del nivel principal,
en el que se desarrollan las actividades abiertas al público. En palabras
de Alejandro de la Sota, era necesario encontrar el punto de flotación del
nuevo edificio. Se situó la plataforma principal, por encima de la entrada
y planta baja del palacio. El desnivel de la calle permitió que el acceso
desde la puerta abierta en la tapia se hiciera a esta cota, en un itinerario
accesible. El otro ingreso al recinto se produce en el intersticio entre el
palacio y la iglesia, y se salva el desnivel con dos pequeños tramos de
escaleras. (Fig.2)
DAVID GARCÍA-ASENJO LLANA. Museo de Zamora. El primer paso de Mansilla y Tuñón. pp. 78-88