veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 74

VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 El camino a la parte más privada se realiza por medio de unas baldosas de marés posadas sobre la tierra. Este umbral está techado con la copa de un árbol formando una suerte de vestíbulo a la entrada del patio de dormitorios. Atravesando el muro de piedra por medio de un sencillo re- corte en el mismo entramos en un umbral de segundo orden. Este patio se cierra al pinar trasero, e incorpora la visión y olor de los pinos por medio de una jardinera longitudinal al muro norte (Fig.4). De esta manera, este patio cierra la mirada al mar y prepara al habitante para la entrada a ese altar doméstico que son los dormitorios y desde los cuales, una vez que el cuerpo ha percibido el proceso de atravesar los diferentes espacios intermedios, miramos al horizonte del mar. Figura 4. Patio de acceso a dormitorios. Fotografía del autor. Asimismo, entre habitaciones surge un umbral de tercer orden: un patio que divide en dos de forma simétrica la pieza de dormitorios y que es concebido como un espacio estancial que a la vez es terraza y mirador y cuya configuración es compleja. Por un lado, tiene acceso mediante dos puertas por el frente acristalado que da al pasillo y por otro, acceso la- teral mediante puerta de madera desde uno solo de los dormitorios. En sección, una mesa de obra a 80 centímetros de altura cierra el patio al exterior al mismo tiempo que se alinea en altura con el peto exterior que crea una línea horizontal perfecta paralela al mar. Continuando el recorrido longitudinal de la casa, dejamos atrás el patio principal de dormitorios y salimos al último intersticio entre pabellones. Aquí la mirada al mar es completamente sesgada, contraponiendo el ho- rizonte del mar a la embocadura vertical y convexa que se produce.De nuevo Utzon remarca el umbral y la diferenciación entre pabellones por medio de unas piedras que a modo de losas marcan la entrada al dormi- torio de invitados. De la misma forma que la pieza de dormitorios ante- rior, Utzon nos presenta otro intersticio previo a la entrada al dormitorio en sí. En este caso es un espacio adintelado al modo de terraza cubierta frente al mar que crea un acondicionamiento previo al cuerpo antes de acceder al dormitorio y al tesoro espacial que alberga. Utzon permite entonces que, a través de estos intersticios y patios, pene- tre el árbol, la tierra, la arena y el horizonte. Este tránsito a través de es- pacios abiertos cubiertos, abiertos descubiertos, y embocaduras, es en sí mismo un modo de vida, pues impide un recorrido climatizado completo obligando a salir a la naturaleza, a cambiar de pavimento, a deleitarse con las flores de las jardineras de los patios y a buscar las múltiples visiones cruzadas que se producen hacia el horizonte debido a la geometría de los muros. 74 JOSÉ JARÁIZ PÉREZ. Los orígenes de la arquitectura en Can Lis. El intersticio como mecanismo. pp. 69-77