veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 73

ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2019 | 01.VAD Afirmando el carácter de intersticio, este muro se trasdosa al interior con cerámica expresando su no pertenencia a ninguno de los pabellones de piedra de Can Lis y mostrando su independencia como espacio bisagra. El umbral de acceso a Can Lis presenta la primera parte de un complejo recorrido a través de intersticios, saltos de cota y espacios intermedios 7 que acondicionan la mirada a la experiencia del mar y el horizonte sirvien- do para establecer el nexo de los pabellones con la naturaleza inmediata de la casa. 7 Ver: Rafael Moneo, “Sobre la ar- quitectura de Jorn Utzon. Apuntes Cordiales, en Jorn Utzon (A Coruña: MOPTMA/Fundación Pedro Barrié de la Maza, 1995), 18-19. Rafael Moneo entiende la casa de Utzon en Porto Petro como una secuencia de patio/claustro/cortile al modo italiano donde las ventanas son párpados que entornan el horizon- te del mar. Intersticios entre pabellones La entrada divide la casa en dos partes. La primera albergando el estar y las habitaciones, y la segunda —la parte pública de la vivienda—, con la cocina, el estar abierto y el pabellón adyacente. Esta división es también espacial, pues la parte privada responde a un espacio cueva mientras que la parte más pública propone un concepto de belvedere o plataforma. Esta antítesis entre espacios cueva, plataforma y el recorrido entre ellos a través de vacíos intersticiales constituyen la emoción en Can Lis. Desde el sofito de entrada, avanzar hacia los pabellones cueva supone co- menzar una secuencia en la que el disfrute de la naturaleza 8 constituye su razón de ser. Un primer patio deprimido un escalón respecto a la entrada actúa de nexo y preparación a uno de los espacios más importantes de la vivienda como es el estar en doble altura con las embocaduras mirando al mar. Por otro lado, el maestro danés separa la entrada a los dormitorios de la parte más pública de la casa mediante otro intersticio. Este espacio es de nuevo la embocadura entre los dos pabellones, en este caso convexa hacia el mar, al revés que el intersticio de la entrada que era cóncavo a la línea del agua (Fig.3). 8 Moneo analiza las casas de Ma- llorca de Utzon y su modo de vida poniéndolas en relación a la expe- riencia doméstica de Utzon en He- llebaek y a sus primeros proyectos de casas en Bayview. Sobre el espa- cio intersticial, menciona diversos aspectos que resultan claves para la comprensión general de la vida del arquitecto y su familia en Can Lis: “La familia, los amigos, quienes hacen uso de esta arquitectura, se desplazan en ella disfrutando de todos aquellos espacios intersticia- les que nos hacen ver a un tiempo el mar y los pinos, olvidando así que hay una espalda”. Rafael Moneo, “Vivir en el paisaje, las casas de Ma- llorca”, en Jorn Utzon 1918-2008, AV Monografías 205 (2018), 36. Figura 3. Espacio intersticial entre el estar en doble altura y los dormitorios. Fotografía del autor. JOSÉ JARÁIZ PÉREZ. Los orígenes de la arquitectura en Can Lis. El intersticio como mecanismo. pp. 69-77 73