veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 65
ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2019 | 01.VAD
Acabamos de comprobar como El Lissitzky, de origen suprematista y vin-
culado a las ideas de la OSA, es también un defensor de las de la ASNOVA.
Hay muchos más puntos comunes que discrepancias en la vanguardia. La
arquitectura se ve también como lenguaje, como componente simbólico,
para intensificar el nivel de vida y determinar el entorno humano.
El formalismo de la ASNOVA es estructuralista, y está también relacio-
nado con De Stijl. La ASNOVA practica la psicotecnia. Cree que es posible
sugerir emociones con las formas plásticas y, entonces, de una manera
pretendidamente científica, proyecta esas emociones. Se establece un có-
digo de formas, y se piensa que ese código es intrínseco a la psicología
humana y, por lo tanto, forma una estructura universal.
Esta psicotecnia de la ASNOVA no deja de ser una anécdota en el desarro-
llo de la vanguardia, pero pone de manifiesto, una vez más, la fe ciega de
la vanguardia en las posibilidades de control que tiene el artista sobre el
entorno humano en todos los aspectos.
La facultad de arquitectura del Vhutemas se crea en 1920.
[...] La semejanza con los métodos da la Bauhaus, iniciada tam-
bién en 1920, es, en algunos aspectos, asombrosa.
[…] Aun así, la Bauhaus no es más que una escuela de artes apli-
cadas adaptada a la era industrial, y la enseñanza de la arqui-
tectura no se introducirá hasta 1927.
[…] Mientras que en el Vhutemas se enseñará arquitectura desde
1920. En esa enseñanza los métodos psicotécnicos denunciados
como “idealistas” por los críticos de la A.S.N.O.V.A. desempeñan
un papel no esencial pero importante.
[…] Es posible que, con el entusiasmo del descubrimiento de esos
métodos por entonces enteramente nuevos, más de uno se deja-
ra llevar por la imaginación de un sistema donde fuera posible
provocar a voluntad tal o cual emoción mediante el uso razona-
do del vocabulario formal de la arquitectura. 21
El establecimiento de ese “vocabulario formal” es lo que da la clave de lo
que estamos afirmando. Ese vocabulario, puramente arquitectónico, pro-
cede de la pintura elementalista, y, al mismo tiempo, se emparenta con
las soluciones técnicas de la ingeniería. En ese sentido apreciamos una
confluencia de las trayectorias de la OSA y de la ASNOVA.
21 Kopp, Arquitectura y urbanismo so-
viéticos en los años veinte, 102-103.
Los primeros acusan de formalistas a los segundos, pero ellos no lo son
menos. Se utiliza el término “formalismo” como una descalificación, como
algo peyorativo, y, sin embargo, la vanguardia tiene la necesidad de en-
contrar una “forma” para este nuevo universo que pretende crear. De
esta manera, son igualmente formalistas De Stijl, Bauhaus, y el propio
Mies, que mantenga una actitud distante con De Stijl por este motivo:
“Rechazamos reconocer problemas de forma; solo problemas de
construcción”. 22
JOSÉ RAMÓN HERNÁNDEZ CORREA. Vanguardia: el comienzo de un universo sin tragedia. pp. 54-67
22 Mies, Escritos, diálogos y discursos,
27.
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