veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 62
VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
Sí: los hijos respetan a los padres, los padres cuidan de los hijos en sus
primeros años, ciertos modos de incesto son siempre ilícitos... Pues bien,
estos datos comunes, dados por la biología para la supervivencia de la es-
pecie, son leyes universales, leyes que ninguna cultura puede contradecir.
Estas leyes forman un cuerpo integrado, una estructura. El estudio de esta
estructura, su formulación exhaustiva, servirá al antropólogo estructura-
lista como norma para desarrollar sus estudios.
Se podrá argüir que el conjunto de diferencias es igual —si no superior—
al de rasgos comunes. El estructuralista responderá entonces que sí, pero
que esas diferencias lo son en los rasgos no esenciales, secundarios, anec-
dóticos; pero que en lo principal, en lo básico, hay una estructura común.
Vistas así las cosas, se acabará por definir un rasgo como primario o acce-
sorio según pueda entrar en la estructura, y no en cuanto a su supuesta
importancia inicial. La estructura acabará suplantando al fenómeno.
Es decir, la estructura es un modelo operativo. No importa que sea una
realidad objetiva en sí misma, sino que, al tomarla nosotros como tal, nos
ayude en nuestras investigaciones.
Eco establece —sin dejar, a nuestro juicio, ningún resquicio a la duda—
la imposibilidad de que la estructura sea una realidad ontológica 14 . Pero
lo que nos interesa ahora es que el modelo estructuralista puede servir
como un modelo, y ser capaz de resolver cuestiones prácticas.
14 Eco, La estructura ausente.
Las vanguardias artísticas tendrán tantas diferencias como puntos de
acuerdo —igual que las estructuras de parentesco de bosquimanos y es-
quimales—. Lo que es interesante es saber que hubo un día en el que
quisieron buscar sus puntos comunes, y creyeron ver en estos un reflejo
de una ley superior.
Esa ley, igual que opera en el universo físico y produce formas, puede
operar en el universo estético; de manera que este no tiene por qué co-
piar las formas producidas en aquel por los principios activos, sino que,
como los tiene en su propio seno, los hará operar para producir formas
de “primera mano”, y no formas delegadas ni subsidiarias.
Desde el momento en que la forma ha dejado de ser una norma (por
copiar), su evolución se efectúa a través de una lógica que ya no es la
de la imitación, ni la de la emulación directa, mimética. Una forma no
puede proceder de otra forma por imitación porque no está basada en el
principio de la similitud (la mímesis) únicamente visual (de superficie). La
nueva forma tiene derecho a existir debido a un principio de constitución
interno, por una lógica propia cuyo resultado no puede imitarse (la forma
“desnuda”) y de la que solo puede ser captado el sistema de constitución,
el procedimiento al que la forma debe su existencia. Así, lo que constituye
la obra es tanto un resultado visual como la lógica de su funcionamiento
constructor. 15
15 Nakov, Dadá y Constructivismo, 17
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Nakov se refiere a esa estructura de la que estamos hablando, y dice en
este artículo que es en ese principio en el que confluyen el dadaísmo y el
constructivismo. Podríamos aplicar estas mismas palabras a la “arquitec-
tura orgánica” de Frank Lloyd Wright, y, en definitiva a este universo que
hemos dado en llamar “estructuralista”.
JOSÉ RAMÓN HERNÁNDEZ CORREA. Vanguardia: el comienzo de un universo sin tragedia. pp. 54-67