veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 35

ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2019 | 01.VAD Introducción Ha cambiado la manera de observar y de conmemorar los acontecimien- tos del pasado y la celebración del centenario de la Bauhaus no es ajena a ello. La revisión histórica por parte de lo que podríamos llamar la sociedad civil, esto es, por parte de los no profesionales de las ciencias de la histo- ria, tiene algo que decir sobre cómo les ha sido transmitida dicha historia en lo que atañe a sus profesiones, género, raza o nacionalidad. Arquitectas, diseñadoras, escritoras o periodistas están descubriendo, primero para ellas y ofreciéndoselo luego a la sociedad mediante escritos y ponencias, la existencia de personajes sobre los que la historiografía había omitido hasta la más insignificante nota existencial. Es una cuestión de antecedentes, del derecho a disponer de referentes bien ajustados que puedan dar un sentido al trabajo profesional de cada cual, y para ello es necesario disponer de los primeros eslabones, si no podría pensarse que hemos sido condenados a venir huérfanos al mundo. Además, el hecho de incluir en el análisis a las estudiantes de la Bauhaus ha modificado la forma de ver y de enjuiciar el propio devenir de la escue- la alemana. Su inicial reconocimiento provenía de una etapa (importan- te) en las celebradas carreras de sus directores arquitectos y maestros pintores, todavía base fundamental de algunas celebraciones. Después de reconocer el trabajo del alumnado, ahora le toca a este figurar como autor con derecho propio. Y por fin, en este remover en las biografías de los inscritos y de las matriculadas nos permite sugerir también que la Bauhaus fue lo que fue gracias a la fuerza de la juventud que allí estudió y habitó. Figura 1. Ticket de entrada a una fiesta de la Bauhaus. Autor desconocido. 1922. Fuente: Museo Bauhaus-Wei- mar. Fotografía de los autores, 2019. Nacimiento de la república Hace cien años, en abril de 1919, un grupo de jóvenes se apuntaron a una nueva forma de entender la vida. Se apuntaron a un concepto distinto de entender el arte. Esta libertad ganada, después de una guerra perdida, urdía nuevas posibilidades para ellos, pero más intensamente para ellas. Unas mujeres que por primera vez podían votar a raíz de un nuevo siste- ma político que inauguraban: una nueva república. También se despren- dieron del pesimismo filosófico de la era del emperador Guillermo II. Y del aburrimiento, el mal orgánico de la generación del final de siglo que orientó a su juventud (aria y judía, alemanes todos) a combatirlo, desem- bocando finalmente en el escenario de la guerra real. Desde luego, si era JOSENIA HERVÁS Y HERAS | ESTEBAN HERRERO CANTALAPIEDRA. Los inicios de la Bauhaus. Weimar 1919. pp. 34-42 35