Verdad y Vida OCT-DIC 2016 | Page 20

Podemos preguntarnos: “¿Predestinación? ¿No significa eso que Dios aceptó a algunos, los electos, y rechazó a otros, los reprobados, incluso antes de crear a la humanidad?”. Jesucristo. Dios no lo quiere de otra forma, ama a la humanidad y no estará sin ella. El problema es que los seres humanos son seres caídos, pecadores que rechazan a Dios y necesitan redención para permanecer en esa relación. Las Escrituras testifican del conocimiento previo de Dios, de que los seres humanos serían pecadores y necesitarían redención y reconciliación (ver 1 Pedro 1:18-21; Apocalipsis 13:8; Romanos 5:6-11; 8:28-30; Efesios 1:314; Colosenses 1:15-20). Barth explica: “Sin embargo, es a esos transgresores a los que se les aplica y extiende el amor eterno de Dios por Jesu7 cristo” . y por medio de Jesucristo, no hay nada escondido más allá o detrás de ese conocimiento. La doble predestinación en Jesucristo Para Barth, la “doble predestinación” tiene que ver con la elección de Jesucristo para la crucifixión y la resurrección. Antes de que empezara el tiempo, Dios nos aceptó al elegir a Jesucristo en nuestro lugar y en nuestro nombre por medio de la Encarnación, la cruz y la tumba vacía. En la crucifixión, Dios rechaza y dice NO al desordenado pecado humano que causó nuestra separación de él. Sin embargo, Dios NO dirige hacia nosotros ese rechazo, incluso cuando lo merecemos por haberle rechazado. Por el contrario, Jesús sufre el rechazo y el NO de Dios totalmente sobre sí mismo como el representante humano y substituto de toda la humanidad. Podemos preguntarnos: “¿Predestinación? ¿No significa eso que Dios aceptó a algunos, los electos, y rechazó a otros, los reprobados, incluso antes de crear a la humanidad?”. El NO es absolutamente necesario para que nosotros podamos escuchar el SÍ de Dios. Jesucristo no viene al mundo como “un acusador, un fiscal, un juez o un ejecutor”. Al contrario, él es “el heraldo de este SÍ que Dios le ha dicho [al mundo]… Dios lo ha amado desde toda la eternidad, y… ha puesto su amor en acción en la muerte de Jesu8 cristo” . Barth desafió esta versión hipercalvinista de la “doble predestinación” por carecer de apoyo bíblico. Para Barth, Dios no es un tirano caprichoso que elige a algunos para salvación y a otros para perdición por algún decreto abstracto absoluto. Al contrario, todo lo que conocemos de Dios y su elección es en La resurrección de Jesucristo es el SÍ de Dios a él. Es la aceptación de la sumisión obediente de Jesucristo a la voluntad de Dios. En y por medio de Jesucristo, el SÍ de Dios es dado gratuitamente a todos los seres humanos. Por lo tanto, podemos decir que Jesucristo es nuestro representante elegido. Pue- 20 Verdad y Vida Octubre – Diciembre 2016 www.comuniondelagracia.es