cursos para aclarar estos aspectos es-
perando encontrar alguna sabiduría con
todo ello, no solo para mí, sino para pa-
sarlo a otros también.
Las Escrituras son tan esenciales
para la fe cristiana que la mayoría de las
denominaciones tienen una declaración
oficial con respecto a la importancia y
lugar de las mismas. La Comunión In-
ternacional de la Gracia (CIG) no es una
excepción. Estos resúmenes pueden
ser un buen lugar para empezar a re-
flexionar en la naturaleza, propósito y
uso correcto de las Escrituras. La decla-
ración de la CIG es breve, precisa y
bastante abarcadora: “Las Sagradas
Escrituras son santificadas por la gracia
de Dios para servir como su Palabra
inspirada y testimonio fiel de Jesucristo
y el evangelio. Son el registro totalmen-
te confiable de la revelación de Dios a la
humanidad, culminando la revelación
propia de Dios en el Hijo encarnado.
Como tal, las Sagradas Escrituras son
fundamentales para la iglesia e infalibles
en toda cuestión de fe y salvación”.
Exploremos lo que hay detrás de es-
te resumen teológico de nuestra com-
prensión de las Escrituras. Lo hacemos
no para entrar en un interminable deba-
te o para demostrar que somos superio-
res a otros cristianos que puedan tener
un punto de vista diferente. No quere-
mos teorizar sobre ellas. Buscamos
comprender las Escrituras porque las
valoramos mucho y queremos darles
honor y hacer un uso apropiado de
ellas. Queremos usarlas bien, de forma
que podamos recibir lo máximo de las
mismas. Y esto es lo que las Sagradas
Escrituras nos animan a hacer. También
podemos recordar que otros en la histo-
www.comuniondelagracia.es
ria de la iglesia se han beneficiado en
gran manera por medio de una com-
prensión profunda de las Escrituras y
sobre como interpretarlas. Pero al final,
creo que deseamos entenderlas y usar-
las bien porque esperamos llegar a co-
nocer incluso mejor al Dios de la Biblia,
en quien ponemos nuestra fe.
Por la gracia de Dios
Muchos de nosotros hemos cantado de
niños el himno que dice: “Jesús me
ama, y lo sé porque la Biblia me lo dice
así”. Y eso es verdad. Sin embargo hay
una forma diferente de cantar ese verso
que también es verdad: “Jesús me ama
esto sé, y así me lo dice la Biblia”. Esta
segunda forma está reflejada en la de-
claración de la CIG de que la Biblia es
un don de Dios para nosotros, un don
de gracia y por ello de su amor. Porque
Dios nos ama, en y por medio de Cristo,
nos ha provisto graciosamente de su
Palabra escrita.
Dios no tenía que hacerlo, pero su
amor por nosotros, sus criaturas, lo ha
movido a proveernos con su Palabra en
forma escrita. El amor de Dios por noso-
tros es primero, luego sigue su provisión
de la Biblia. No seríamos capaces de
conocer y amar a Dios, si primero él no
nos hubiese amado y comunicado con
nosotros a través de su Palabra escrita.
Dios nos da su palabra en las Escrituras
porque nos ama y quiere que sepamos
que es así. Debemos de recordar siem-
pre que la Biblia es un don gratuito del
amor de Dios por nosotros.
Dios continúa dándole poder a su
Palabra
Pero eso no es todo. Las palabras
humanas en sí mismas no tienen la ca-
Verdad y Vida Mayo - Junio 2017
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