Verdad y Vida JUL-SEP 2016 | Page 23

no es un misterio por J. Michael Feazell E l Libro de Apocalipsis tiene un interés especial para muchos cristianos. Con sus monstruos de muchas cabezas y mistificados símbolos, Apocalipsis ha provisto a los largo de los siglos la materia prima para una miríada de interpretaciones y predicciones igualmente extrañas y mistificadas. Desde el siglo II en adelante cada nueva generación de cristianos ha tenido sus adictos a la profecía que han afirmado comprender e “interpretar” correctamente los símbolos de Apocalipsis como referencias a naciones y sucesos de su tiempo en particular, y “demostrado” que Cristo regresaría en su generación. Y todos ellos estaban errados. Nuestra generación no es diferente. Con la Biblia en una mano, recortes de periódico en la otra y una muralla llena de mapas a su espalda, los adictos a la predicción modernos usan el poder de los medios electrónicos de comunicación para blandir de nuevo el mensaje de Apocalipsis de más de mil novecientos años de antigüedad y generar montones de dinero en donativos para dar a www.comuniondelagracia.es conocer su mensaje “urgente” antes de que sea “demasiado tarde”. Pero, ¿cómo debería interpretarse el Apocalipsis? ¿A quiénes fue escrito y por qué? ¿Cuál es su verdadero mensaje para los cristianos hoy? ¿Qué “cosas deben suceder pronto”? La mayoría de los eruditos bíblicos están de acuerdo en que Apocalipsis se escribió al final del primer siglo después del asedio de Jerusalén y la destrucción del templo judío en el año 70 d.C. La intensa persecución en contra de los cristianos en Roma, lanzada por el emperador romano Nerón, habría sido al menos un recuerdo vívido reciente para los creyentes, y el resurgimiento del abuso por parte de las autoridades romanas Verdad y Vida Julio – Septiembre 2016 23