no es un misterio
por J. Michael Feazell
E
l Libro de Apocalipsis tiene un interés especial
para muchos cristianos. Con sus monstruos de
muchas cabezas y mistificados símbolos, Apocalipsis ha provisto a los largo de los siglos la materia prima para una miríada de interpretaciones y
predicciones igualmente extrañas y mistificadas.
Desde el siglo II en adelante cada nueva generación de cristianos ha tenido
sus adictos a la profecía que han afirmado comprender e “interpretar” correctamente los símbolos de Apocalipsis
como referencias a naciones y sucesos
de su tiempo en particular, y “demostrado” que Cristo regresaría en su generación. Y todos ellos estaban errados.
Nuestra generación no es diferente.
Con la Biblia en una mano, recortes de
periódico en la otra y una muralla llena
de mapas a su espalda, los adictos a la
predicción modernos usan el poder de
los medios electrónicos de comunicación para blandir de nuevo el mensaje
de Apocalipsis de más de mil novecientos años de antigüedad y generar montones de dinero en donativos para dar a
www.comuniondelagracia.es
conocer su mensaje “urgente” antes de
que sea “demasiado tarde”.
Pero, ¿cómo debería interpretarse el
Apocalipsis? ¿A quiénes fue escrito y
por qué? ¿Cuál es su verdadero mensaje para los cristianos hoy?
¿Qué “cosas deben suceder pronto”?
La mayoría de los eruditos bíblicos están de acuerdo en que Apocalipsis se
escribió al final del primer siglo después
del asedio de Jerusalén y la destrucción
del templo judío en el año 70 d.C. La intensa persecución en contra de los cristianos en Roma, lanzada por el emperador romano Nerón, habría sido al menos un recuerdo vívido reciente para los
creyentes, y el resurgimiento del abuso
por parte de las autoridades romanas
Verdad y Vida Julio – Septiembre 2016
23