Verdad y Vida JUL-SEP 2016 | Page 22

Dios concluía que creer en él no añadiría nada positivo a mi vida, sino que la coartaría. ¿Por qué somos así los seres humanos?’. “Esperanza tú sabes mejor que yo, como psicóloga, que vivimos en un mundo práctico, donde todo gira alrededor del aquí y el ahora. En el que las personas deciden hacer, o creer esto o aquello según el beneficio que se derive de ello. Hay algunas que, a veces, preguntan: ‘¿Qué beneficios prácticos tiene el creer en Dios?’. Cuando se les habla de la vida eterna, desgraciadamente no lo ven como algo práctico. Pero la realidad es que, cuando por la vejez o la enfermedad, la amenaza del fin de esta existencia se torna más real, o vemos a nuestro alrededor como eso acontece a personas que hemos conocido y querido, y sabemos que nos llegará un día a nosotros, no hay nada más práctico que saber que Dios nos ha dado vida eterna en Cristo. Que después de la muerte nos aguarda una realidad gloriosa en relación eterna de amor con Dios y con otros seres humanos, ya glorificados en la plenitud del reino de Dios. Hay personas que cuando, por la llamada de Dios, les llega la comezón espiritual de oír empiezan a pensar que si dan el paso de fe de entregar sus vidas a Jesucristo eso les privará de todo lo bueno que hasta entonces les ha ofrecido la vida”. Tomando su Biblia Clara dijo, mientras buscaba el pasaje: “Jesús lo refirió así”, y leyó: “’La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero, con el correr del tiempo, los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran”’ (Luc 8:14). “Concluyen que creer en Dios ahora no representa ninguna ven22 Verdad y Vida taja en la actualidad. Pero nada más lejos de la realidad”. ‘Así es’, intervino Esperanza, ‘no hace mucho leí un extenso artículo sobre un estudio acerca de este tema. En el mismo se preguntaba: “¿Hay una conexión entre la fe y la salud?”, y contestaba: “La evidencia de alrededor de 1.200 estudios y 400 revisiones muestra una asociación entre el creer y un número de beneficios en la salud, incluyendo protección de enfermedades, los resultados al hacerles frente y una recuperación más rápida de las mismas (Handbook of Religion and Health. Oxford University Press, 2001)”. ‘Estudios más amplios muestran un beneficio significativo en la expectativa de vida de las personas activas en una congregación. Un estudio siguió nueve años a 21.204 adultos estadounidenses y relacionó la expectativa de vida con la actividad religiosa y otros factores. Los ingresos o la educación, sorprendentemente, mostraron poco impacto, pero los que atendían regularmente a una congregación tenían una expectativa de vida de siete años más que aquellos que no lo hacían. Los investigadores atribuyeron los beneficios a las relaciones más protectoras, incluyendo el matrimonio, y a conductas más saludables (Religious involvement and U.S. adult mortality. Demography, mayo de 1999). En la mayoría de los estudios la creencia activa está relacionada con bienestar, alegría, satisfacción, esperanza y optimismo, propósito y significado en la vida; más alta autoestima, mejor adaptación a las pérdidas, apoyo social más amplio y menos soledad’. Julio - Septiembre 2016 (Continuará en el próximo número) www.comuniondelagracia.es