bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas”( Juan 10:4-5).
Escuchamos la voz de nuestro Señor y lo seguimos al leer sus palabras y sabemos que nos está hablando. Leer las Escrituras nos ayuda a saber que estamos en relación con Dios porque ese es su deseo, y su confirmación nos acerca más a él. Dios nos habla a través de las Escrituras, afirmando su amor al confirmar que somos sus hijos amados. Sabemos que estamos escuchando la voz de Dios cuando somos llevados a expresar amor a otros, y a medida que experimentamos más humildad, gozo y paz, que sabemos se originan con Dios, nuestro Padre.
Saber que nuestro Padre celestial nos llama por nuestro nombre, como sus hijos amados, nos motiva a vivir como Pablo describió en su carta a la iglesia en Colosas:“ Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que os toleréis unos a otros y os perdonéis si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor os perdonó, perdonad también vosotros. Por encima de todo, vestíos de
Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él”( Colosenses 3:12-17).
La voz de Dios nos guía en la dirección de su amor paternal incondicional y siempre presente.
No dejemos de recordar que nuestro Padre celestial nos creó para amarnos y para que amemos. Como el Padre amoroso que es, quiere que escuchemos su voz para que podamos vivir la vida abundante que es nuestra en relación con él, sabiendo que está siempre por nosotros, siempre con nosotros y en nosotros, y siempre amándonos.
Recuerda siempre que tu Padre celestial te lo ha dado todo en y por medio de su Hijo encarnado, Jesucristo. A diferencia de la cartera y el dinero que perdí hace muchos años, y que era temporal, el regalo de Dios para ti y para mí es permanente.
Incluso si momentáneamente pierdes de vista su regalo, tu Padre celestial está siempre ahí, llamándote, buscándote y encontrándote, incluso si estás perdido, para que puedas apreciar y experimentar totalmente el regalo de su amor incondicional e inacabable.
www. comuniondelagracia. es Verdad y Vida Enero- Febrero 2017 17