venta La enseñanza como posibilidad del pensamiento - Pe | Page 9
Una tercera perspectiva, en cuya base encontramos la enseñanza vista desde la
relación maestro-alumno, se encuentra desarrollada en los trabajos del grupo
de profesores de la Universidad Nacional coordinado por Antanas Mockus.
Parten ellos de una hipótesis central: ―La pedagogía es una disciplina
reconstructiva que pretende transformar un saber-cómo dominado
prácticamente en un saber-qué explícito‖ (Mockus, et. al., 1989:14). Dicho de
otra manera, ―la pedagogía sería la reconstrucción del saber-cómo dominado de
manera práctica por el que enseña competentemente‖ ( ibíd ., 13). Desde esta
hipótesis la enseñanza es entendida como una competencia , y como tal
representa básicamente una capacidad de hacer, de actuar. Como bien lo
reconoce este grupo, ―las prácticas educativas, y más específicamente las
prácticas de enseñanza, ponen en juego conocimientos que son más bien del
tipo saber-cómo; ponen en juego lo que algunos teóricos, siguiendo a Chomsky,
llaman competencias ( ibíd ., 12).
Desde este punto de vista, que es claro que no diferencia entre la educación y la
enseñanza, podríamos decir que tanto una como otra son vistas básicamente
como una acción.
Pero ¿qué tipo de acción? ―¿Se trata de una acción
instrumental, de una acción de un sujeto A sobre un sujeto B, o sobre un objeto
o una serie de objetos? ¿Se trata de una acción estratégica, o sea de una acción
en la que un sujeto actúa con ciertos propósitos aun cuando no está seguro de
que los otros tengan los mismos propósitos y más bien supone lo contrario y
tiene en cuenta que esos otros desarrollan a su vez sus propias estrategias
adecuadas a sus propios propósitos? ¿O es una acción comunicativa?‖ (Mockus,
1988:156).
Ante el auge de el enfoque que privilegia el currículo en la acción educativa y
cuya pretensión es ―racionalizar los procesos educativos siguiendo el modelo de
racionalización de la acción instrumental‖ ( ibíd ., 156), la acción educativa no
puede ser una acción instrumental, pues que una acción de este tipo
corresponde más bien a aquella ―referida en su sentido primordialmente a la
naturaleza‖ ( ibíd ., 147), valga decir, una acción que tiene como propósito el
dominio técnico de la naturaleza y ―cuyo sentido y racionalidad se puede dar
cuenta en términos del logro de determinadas metas y de un proceso que
involucra primordialmente transformaciones de la naturaleza y se gobierna por
la persecución de esas metas‖ ( ibíd ., 147). Tampoco puede ser una acción
estratégica, pues si bien está referida —en su auténtico sentido— mas a los
hombres que a la naturaleza al adoptar la forma de ―cualquier tipo de deporte,
de confrontación política, de negociación económica, de confrontación militar‖
( ibíd ., 148), los otros son vistos como oponentes racionales y no como
interlocutores en actitud de cooperación, con el agravante de que el propósito
es la ganancia individual, el convencimiento del otro y la imposición de un punto
de vista, y no el consenso o el ―acuerdo libre que pueda reconocerse
subjetivamente como tal‖ ( ibí d., 148).
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