venta La enseñanza como posibilidad del pensamiento - Pe | Page 7

Veamos ahora en forma detallada cómo ha sido pensada la enseñanza desde algunas perspectivas que han alcanzado cierto reconocimiento y que tienen por denominador común el concebir la enseñanza como aquello que acontece. La ubicación de la enseñanza en el espacio abierto por la relación entre el maestro y el alumno (relación intersubjetiva) en el aula o la escuela, se presenta con cierto énfasis en diferentes perspectivas teóricas. En un caso se trata de circunscribir las posibles descripciones de los procesos que se viven en situaciones escolares específicas al horizonte de las interacciones cotidianas; en otro se trata de un conjunto de interacciones entre los sujetos que se encuentran en un ambiente particular con el propósito de desarrollar procesos de construcción de conocimiento. En un tercero, de una actividad comunicativa reglada por unos principios de racionalidad cuyo propósito es obtener un consenso y cuyo fundamento es la interacción de juegos lingüísticos de distinta procedencia; y en otro caso de la propuesta de un modelo sistémico que tiene en cuenta no sólo de los componentes (maestro-alumnos) sino toda la red de vínculos o relaciones que le dan su dinámica, particularmente al analizar la pedagogía y la didáctica. Nos detendremos en las páginas siguientes en un análisis de cada una de estas cuatro perspectivas. Miremos con algún detenimiento los caracteres que guían la primera de ellas: teniendo como uno de sus propósitos fundamentales documentar lo no documentado -y aquí ―lo no documentado es lo familiar, lo cotidiano, lo oculto, lo inconsciente‖, e igualmente los procesos de resistencia, de lucha, de desciframiento de las instancias de dominación, es decir, de todo aquel entramado social que consuetudinariamente ha quedado al margen de la historia oficial, de lo escrito o lo documentado (Rockwell, 1986)- la etnografía constituye un frente de trabajo con alguna trascendencia dentro del ámbito académico de la última década. Si bien, como lo advierte Rockwell, los estudios etnográficos, para el caso de la escuela, no son en sí mismos una alternativa pedagógica, sí aportan elementos para la discusión pedagógica, particularmente con sus trabajos descriptivos sobre lo que acontece en la escuela. En una actitud permanente de ―dejarse sorprender‖, el etnógrafo se define como cronista que describe procesos y que trata comprenderlos desde la globalidad situacional que enmarca lo local y lo regional. El punto particular a destacar aquí es la insistencia de la etnografía en atajar ―lo real‖, entendido lo real como ―lo particular, lo significativo de los sujetos‖ ( ibíd. , 24), aquello que se halla decantado, al decir de Rockwell, no en el saber pedagógico (de orden meramente prescriptivo) sino en el saber docente , un saber impregnado de los procesos vitales de la escuela, que tiene su raíz en otras prácticas sociales pero que tiene una existencia marginada, con esporádicas apariciones; un saber, en fin, que no se halla documentado. 6