venta La enseñanza como posibilidad del pensamiento - Pe | Page 5

Del enseñar como objetivación Así como que la actividad del niño se constituye en principio fundamental del proceso educativo, la enseñanza se pliega a los procesos y leyes de desarrollo del sujeto que aprende. Sin embargo, a este énfasis se opondrá otro que propugna por la objetivación del proceso, no ya desde las variables medicionales que identifica la psicología infantil como puntales de los métodos activos que se propone, sino precisamente desde una crítica a estas psicopedagogías del interés . Había que ir más allá; era necesario afinar más la mirada. La Escuela Activa había puesto en evidencia ciertas leyes, pero no había logrado su objetivación ; es decir, se hallaba todavía centrada en el sujeto que aprende, y de lo que se trataba ahora era precisamente de despojarse de los inconvenientes, de las múltiples interferencias, de las posibles desviaciones, en fin, de los oscuros recatos de la conciencia que desde una perspectiva experimental pudiera macular el abordaje científico. El gran error de la Escuela Activa era su privilegio por la conciencia y el énfasis en los procesos de conocimiento centrados en el sujeto, formas inaprehensibles y difusas a las que se opondrá un trabajo analítico, no sobre el interés o los estadios de desarrollo, sino sobre el aprendizaje y las leyes que lo gobiernan como referente empírico constatable experimentalmente. El énfasis de los estudios sobre la conducta durante el siglo XX (desde el conductismo radical de Watson hasta los desarrollos ulteriores de Skinner) deja a un lado al sujeto como entidad trascendental y se dirige a determinar el conjunto de leyes comprobables y verificables que orientan los procesos de aprendizaje: sólo era posible garantizar una mirada objetiva —desde un referente empírico— de un proceso que ofreciera posibilidades para su operacionalización. El aprendizaje como conducta se asentará no tanto en la actividad del sujeto como en los cambios de comportamiento suscitados dentro de ciertas condiciones controladas. Nuevamente la psicología se pronuncia: hay que establecer un deslinde entre el enseñar y los sujetos que intervienen si lo que se busca es su objetivación, asepsia de una relación que sólo a mediados del siglo XX encontrará las condiciones de posibilidad para su implementación. La clave será el aprendizaje; su mecanismo, la organización racional de los medios; sus instrumentos, los objetivos (operacionales) y la evaluación del aprendizaje. La teoría y las leyes, la experimentación y el laboratorio y también la cotidianidad de la escuela, dirigirán su mirada, encauzarán sus esfuerzos y orientarán sus prácticas hacia el aprendizaje. Entendido el aprendizaje como cambio de comportamiento, el enseñar se constituirá, en adelante, en la configuración y la organización de las de contingencias de reforzamiento, sea éste positivo o negativo (Skinner, 1970). 4