venta La enseñanza como posibilidad del pensamiento - Pe | Page 14

función de erradicar las formas no científicas de pensar la realidad: privilegio de la racionalidad científica. La segunda alternativa considera como el propósito fundamental de la educación en la escuela, el cultivo de ciertas formas de comunicación (las propias de la cultura académica). No se trata aquí, al contrario de lo que sucede en el caso anterior, del paso de una forma ingenua de conocimiento hacia otra más elaborada; para esta opción no hay una jerarquización del conocimiento sino algo así como ―juegos lingüísticos‖ de diferente estructura y usos diversos cuyas reglas y propósitos son por tanto de carácter particular a cada uno de ellos: ―Los juegos lingüísticos, y no una u otra forma específica de uso, definirían el significado de los términos de modo que no habría un significado ―correcto‖ y otro ―equivocado‖; lo correcto y lo equivocado de un determinado uso sólo podría decidirse en el contexto de un juego lingüístico específico (Mockus, et. al., 1989:33). Estas apreciaciones son particularmente importantes en la medida en que plantean una perspectiva más amplia de mirar el problema, pues de hecho complejizan su carácter poniendo en juego para el análisis de nuevos elementos ignorados en la anterior opción. Tal vez la idea más destacada en este punto es la del reconocimiento de la complejidad de los lenguajes extraescolares y de los usos prácticos que representan en la vida cotidiana del sujeto; usos para los cuales el lenguaje escolar, por sus pretensiones de universalidad y generalidad, no sería tan adecuado. Sin embargo es este lenguaje escolar, entendido o definido como cultura académica, el que debe prevalecer en la escuela, pues es ésta la que le da a la escuela su especificidad ( ibíd ., 60). Siendo la cultura académica aquello que le da identidad a la escuela, el propósito de la actividad de enseñanza no puede ser otro que el privilegio de las fuentes de conocimiento propias de esta cultura: ―la discusión racional, la tradición escrita, el cálculo y el diseño (posibilitados por el uso de la escritura y otros procedimientos de representación mediante símbolos gráficos), la acción orientada y organizada racionalmente (para producir, por ejemplo, una experiencia deliberadamente dispuesta y progresivamente despojada de toda particularidad, como sería el caso del experimento)‖ ( ibíd ., 56). Si desde el punto de vista de la opción anterior la enseñanza tenía que ver con el diseño de estrategias orientadas hacia el logro de un ―cambio conceptual‖, hacia una traducción del conocimiento extraescolar al conocimiento científico, aquí la enseñanza, en tanto ―competencia comunicativa‖, estaría destinada a posibilitar el tránsito más o menos fluido entre distintos juegos de lenguaje, es decir, a permitir la movilidad entre diversos juegos de lenguaje y el reconocimiento del juego en que se está en cada momento: no una traducción que se presenta muy problemática, sino un tránsito, una movilidad, una interacción que parece ofrecer mayores y mejores posibilidades. 13