Nuestra última Navidad juntos sigue siendo de mis recuerdos favoritos. El día fue desastroso, lo sé y creo que nunca había notado tanta rabia en tu mirada, pero al final nada de eso importó. Si mal no recuerdo, empezó con Isabella quien por “equivocación” apagó tu despertador. y la falta de agua caliente en tu regadera, en el dia mas frio. Según tu versión, todo era culpa de tu hermanita, espero no la sigas molestando tan frecuentemente. Lo cierto es que no era mala, nos ayudó un sin fin de veces cuando te escapabas para verme y regresabas cuando el sol estaba a punto de asomarse por tu ventana. Estuvo a tu lado las tantas veces que tus padres intentaron convencerte de dejarme y cómo olvidar cuando ella cocinaba las galletas que me regalabas, porque tus habilidades en la cocina se limitaban a hacer cereal con leche y con suerte, pan tostado. Presiento que sigue siendo así. Lo siento, pero es cierto.
Después llegué media hora tarde y me gritaste más de cinco minutos, yo solamente me eché a reír y llegué a la conclusión que soy con quien te liberas y eso está bien, eso me hace quererte más. Perdiste tu chamarra favorita, el pastel para la cena nunca estuvo listo en la tienda, perdimos dos veces el autobús y llegamos a tu casa a ver a tu madre furiosa, corriéndome por la mala influencia que era y luego, cuando salimos corriendo juntos, tú más enojada que nunca y yo dándome cuenta que nunca podré sentir por alguien lo que siento por ti. ¿Crees que todavía sienta esa aversión hacia mí?
Aún sin regalos caros ni comida extravagante, hicimos lo mejor de lo que teníamos esa noche y bailamos sin parar, hasta con las canciones más ridículas. Mi familia fue la más feliz contigo ahí, acompañándonos y contando sus mejores historias. Lo recuerdo todo tan vívidamente. Esta navidad la pasaremos con mis abuelos y mis tíos, ojalá no sea tan aburrido como siempre.
¡Feliz Navidad!
Te extraño siempre
Luca