Valdivia industrial: 1842-1960 Valdivia - Archivo - Industrial | Page 25

Barcos que desaparecen Para los valdivianos que nos trasladamos alguna vez por barco hacia Niebla y Corral, cuando aún no existía el camino que une este balneario, existían barcos que, desde la época de esplendor de Valdivia, aún se mantenían en servicio. Hacia 1910 la empresa de los señores Oettinger Hnos., que posteriormente derivó en “Transportes Fluviales” por su asociación con la firma Roepke y Cia., eran dueños de los barcos de pasajeros “Arica” y “Pisagua”, todos ellos desaparecidos o convertidos en faluchos. Recordamos nombres de remolcadores de esta empresa, como el “Iris”, el “Tacna” y el “Santiago”, este último vendido en San Antonio para faenas de la empresa en la construcción del puerto artificial. Más tarde la misma empresa encargó al astillero de don Carlos Bartsch la construcción de un remolcador con casco de acero, que se bautizó como “Loa” y que existió hasta hace poco con otro nombre. Existían en esa época dos lugares de partida de los barcos que realizaban tareas de remolque, ya sea río abajo (Corral), desde el muelle Schuster; y los barcos de pasajeros que lo hacían río arriba (Río Cruces), que tenían su salida frente a la calle Janequeo (Playa Ancha). Ahí se podían ver algunos veteranos como el “San Antonio”, el “Venus”, el “Saturno”, el “Mercurio” y el “Orión” que aún navega con ese nombre y presta servicios al turismo fluvial. Todos estos barcos eran de un andar muy pausado y lento y daban acceso a los predios agrícolas ubicados a lo largo de la extensa red fluvial del Río Cruces, alcanzando hasta Putabla (cerca de Máfil), o hasta algo más allá del actual Fuerte “San Luis de Alba” y también en afluentes como el río Pichoy. Hay que recordar que en esos años toda esta zona no tenía acceso terrestre, generando por tanto un tráfico fluvial de pasajeros y de productos e insumos agrícolas de cierta importancia. Más hacia el centro se encontraban las oficinas, bodegas y muelle de la firma Roepke y Cía., dónde amarraban sus lanchas y remolcadores, el muy eficiente “Águila” y el “Arno”, que por el tamaño de su cabina se prestaba para hacer excursiones ocasionales. 22