UTCJ THEOREMA Revista científica Theorema 6ta edición especial | Page 27

Introducción En la actualidad, la competencia requiere que las empresas man- tengan sistemas de producción eficientes y flexibles para responder en forma oportuna a los cambios y necesidades de sus clientes. La razón principal por la cual las empresas están desarrollando estos sistemas, es debido a que la globalización ha reducido las barreras comerciales y deben ser más competitivas (Waqas, 2012). Uno de los sistemas más importantes desarrollados es el sistema de Manufactura Esbelta, el cual se orienta a la eliminación y reducción del desperdicio, y a la mejora continua en la productividad. Aunque la literatura sobre manufactura esbelta reporta una diversidad de casos que han tenido éxito en la im- plementación de este tipo de herramientas, también se han reportado casos donde los esfuerzos de implementación no han sido los esperados o han fracasado (Chen y Meng, 2010). El concepto esbelto, mayormente conocido como “Lean” (tra- ducción en inglés de esbelto) empezó con el Sistema de Producción de Toyota (TPS, por sus siglas en Inglés), desarrollado como una alterna- tiva para los métodos de producción en masa basado en encontrar las deficiencias y eliminar todos aquellos procesos que no agregan valor al producto final, lo que es conocido como desperdicio (Holm, 2010). Las categorías del desperdicio son: sobre inventario, sobreproducción, transporte, proceso, demoras, rechazos y movimiento innecesario (Ca- rreira, 2004). Las ventajas que ofrecen los sistemas esbeltos tienen que ver con reducción de inventarios, control de la producción, manejo de material, mejor calidad, menos espacio, flexibilidad de manufactura, identificación de mejoras, mejor ambiente de trabajo y motivación de las personas. En la implementación de sistemas esbeltos, hay tanto éxi- to, como fallas, y es que, para que esta implementación tenga éxito, el concepto debe estar integrado totalmente en el sistema de administra- ción de las empresas. Cultura organizacional Estudios recientes afirman que factores como el liderazgo y la cultura juegan un papel muy importante para el éxito de estos sistemas, incluso mayor que el de las herramientas que la componen (Ahrens, 2006). La cultura organizacional se constituye de creencias y valores compartidos que se transmiten a través de sus miembros (Tsai, 2011) y evoluciona por sí misma, según Schein (2004). Se ha argumentado que, en la implementación de sistemas esbeltos, el fundamento es una cultu- ra organizacional que aliente la participación, el respeto individual, la Revista Científica 27