UTCJ THEOREMA Revista científica Theorema 6ta edición especial | Page 110

beneficiosas, hasta ahora sigue siendo deficiente la información que la cata- loga como uno de los alimentos de gran interés tanto en la nutrición como en la salud humana; además, se debe tener en cuenta que, si se piensa en su aprovechamiento, se deberá implementar técnicas que faciliten la ex- tracción de su carne y aumenten el rendimiento de la misma, de modo que se pueda aprovechar sus ventajas comparativas desde el punto de vista de calidad sensorial, permitiendo así aumentar su valor comercial (Martínez y Vázquez, 2001). Desde el punto de vista del consumidor español, el conejo sigue siendo visto como un animal de compañía, por lo que para algunos españoles, co- merse un conejo es como comerse a un miembro de la familia. Además, la carne de conejo para su consumo en fresco se suele cocinar aún adherida a los huesos, los cuales a la hora de proceder a su consumo son una gran molestia, debido a su pequeño tamaño y un peligro para los niños. Las grasas son necesarias para el cuerpo (en cierta cantidad), ya que desempeñan importantes funciones, pero no todas son iguales, por lo que es importante prestarle atención al tipo de grasa que se consume (Peiretti y Meineri, 2008). Hoy en día es frecuente la presencia de enfermedades causadas principalmente por una mala alimentación, esto es debido a que la dieta contemporánea tiende a contener una cantidad muy elevada de ciertos tipos de grasa y ser muy escasa en otros tipos. Esta falta de balance puede causar problemas de salud, debido al exceso de grasa corporal. Un consumo excesivo de grasa es un factor de riesgo importante para la salud, pudiendo afectar a través del sobrepeso y de los trastornos del metabolismo lipídico. Por otro lado existen también trastornos psicológicos y psiquiátricos, pu- diendo producirse una baja autoestima y enfermedades como trastornos de- presivos (Dal Bosco, Mugnai, Roscini, Mattioli, Ruggeri y Castellini, 2014; Nakyinsige, Sazli, Zulkifli, Goh, Abu Bakar y Sabow, 2014). Según diferentes estudios, la obesidad reduce la esperanza de vida en una media de 12 años y provoca, tanto de forma directa como de forma indirecta, millones de muertes y estados de enfermedad cada año. Exis- ten numerosos trastornos asociados con la obesidad, de entre los cuales se encuentran las enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, enfer- medad coronaria, trombosis…), las enfermedades metabólicas (diabetes mellitus, exceso de ácido úric