No quiere decir que el dolor o la ira se desvanezcan rnilagrosamente ni que las consecuencias de las decisiones pecaminosas se evaporen. Una vez que la persona traicionada ve señales de arrepentimiento (Lucas 17:3,4), el perdón abre el corazón a la reconciliación que se basa en el respeto mutuo, la misericordia, la gratitud y el amor.
Reconstruya la relación reiniciando la intimidad fisica. Después de una infidelidad, ambos cónyuges deben hacerse la prueba del SIDA y de enfermedades venéreas. Esta es una experiencia humillante pero necesaria.
En la mayoría de los casos, es preciso abstenerse de relaciones sexuales por al menos ó meses para proteger la salud del cónyuge fiel. Si la prueba del SIDA da positiva, la pareja tendrá que sufrir y aceptar la pérdida de ciertas formas de intimidad sexual para no poner en peligro al cónyuge que no está infectado.
La regla para reíniciar la intimidad sexual después de una aventura es ir despacio.
Regresar a la casa después de un tiempo de separación no significa automáticamente regresar al dormitorio y a la intimidad sexual.
El cónyuge cuyo compañero o compañera ha tenido una aventura amorosa puede querer tratar de satisfacer todas sus necesidades sexuales por temor a que él o ella salga a buscar por otro lado. El cónyuge infiel tendrá que asegurar al cónyuge herido que él o ella no saldrá a la calle a buscar y que va a ser paciente.
Tratar de impedir una recaída usando la intimidad sexual es una locura y no la celebración del amor de la manera como Dios quiso que se disfrutaran las relaciones sexuales. La pareja también tendrá que conversar ampliamente acerca del temor, significado uso y expresión de la intimidad sexual en su relación antes de relniciar sus relaciones sexuales.
LA RECUPERACIÓN DEL CORAZÓN
Si lo que nos lleva a tener una aventura amorosa es un corazón no guardado, la mejor defensa contra la misma es guardar nuestro corazón. Eso nos va a liberar para vivir sinceramente un romance de proporciones épicas. Pablo expreso esa manera de vivir sinceramente cuando escribió: Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada ser~ avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia (Filipenses , 1 :20.2 ).
Vivir sinceramente significa vivir redentoramente. Es empezar cada dla con valor y con una espera entusiasta de lo que Dios hará en nosotros y por medio de nosotros debido a nuestra confianza de estar involucrados en la historia de amor más apasionada de todos los tiempos: la historia de la redención.
Sin embargo, vivir sinceramente nos pone en contacto con nuestro dolor en este mundo y con la sed que tenemos del cielo.Pablo describió la inevitable tensión de vivir sinceramente como un gemido interior en un mundo doloroso del que no podemos escapar, al tiempo que esperamos anhelantes nuestro hogar eterno, el cual no podemos crear (Romanos 8:23).
Oswald Chambers reconoció que la única manera de acallar nuestra exigencia del cielo ahora es abrazar sincerameme la vida con el conocimiento pleno de que -solamente hay un Ser que puede satisfacer el último abismo de dolor del corazón humano, y es el Señor Jesucristo ~. El salmista lo expreso así : ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuero de.
ti nada deseo en la tierra (Salmo ;'3:25).