UNA HERMENÉUTICA AL PENSAMIENTO DE NIETZSCHE Revista Virtual_C | Page 9
SEGUNDA PARTE
Nietzsche hace una mirada hacia la Grecia antígua, para ver como estas fuerzas (Apolínea
- Dionisiaca) se manifiestan en ellos a través
de la cultura. Mientras que, Grecia estaba
dominado
por
el
aspecto
Apolíneo
(arquitectura, estatuas, columnas) por otro
lado, estaba lo Dionisiaco por los pueblos
bárbaros que se encontraban cerca de las islas
del Mar Egeo. Las características de sus celebraciones son frenéticas y reinaban dentro de los
pueblos bárbaros, la promiscuidad sexual. Según Nietzsche, Grecia se protejía de esos excesos, a
través de la imagen de Apolo que, con una de sus manos, sostenía las manos de medusa, para
frenarlos.
Aunque hicieron demasiados esfuerzos, no pudieron contener esos excesos y, poco a
poco, los impulsos dionisiacos empezaron a manifestarse dentro de los griegos. Los griegos, por
tanto, no se resistieron, sino que llegaron a un acuerdo de vivir en paz con los bárbaros, la cultura
de este encuentro perdió el frenesí de las orgías, pero retenía la música en la forma de flauta y el
titilambo.
Para que haya una vida social, hay que dedicar energía y trabajo a su construcción y
mantenimiento, si la gente pasa la mayor parte gastando su energía en orgías y borracheras,
entonces, la sociedad se disuelve. En el malestar de la cultura, Freud habla bien de la cultura
divinidosa que la sociedad extrae del individuo para que haya o exista una sociedad sociocultural,
una sociedad que ocupara toda la energía del individuo, crearía una sociedad de autómatas que no
desviaron ni gastaron una sola gota de energía hacia la construcción de instituciones sociales,