Pero poco después la había encontrado un colono , uno de los suyos . Sarah había peleado con él como una loca y había conseguido soltarse tras dejarlo aturdido de un golpe . En la pelea , había recibido una terrible herida en el brazo , y ya no había posibilidad de seguir dudando . Sabía qué era lo que tenía que hacer . Dejó allí a Cal , que contaba apenas un año de edad . Abandonó el inquieto bulto entre dos piedras , en el suelo arenoso del túnel . En su memoria quedó grabada la imagen del niño envuelto en pañales que le daban aspecto de crisálida , pañales manchados con la sangre de su brazo . Y quedaron grabados también los sonidos que hacía , sus gorgoteos . Sabía que no tardarían en encontrarlo y llevárselo a su marido , y que él lo cuidaría . Escaso consuelo . Reanudó la huida con su otro hijo y , más por suerte que otra cosa , consiguió eludir a los styx y salir a la superficie .
Durante las primeras horas de la mañana había llegado caminando a High Street , en el barrio de Highfield , con el niño a su lado por la acera , un chavalillo que aún no se mantenía firme sobre las piernas . Era su hijo mayor y se llamaba Seth . Tenía dos años y medio . No dejaba de observar aquellos lugares tan extraños con la boca abierta y los ojillos aterrorizados .
No tenía dinero ni lugar al que ir , y no tardó en darse cuenta de que incluso para cuidar de un solo hijo tendría que pasar grandes apuros . Para empeorar las cosas aún más , empezaba a marearse a causa de la sangre que perdía por la herida del brazo . Al oír a gente en la distancia , apartó a Seth de la calle principal y se metió por varias calles secundarias hasta que vio una iglesia . Buscando refugio en el pequeño cementerio contiguo en el que la hierba estaba demasiado crecida , se sentaron sobre una lápida cubierta de musgo , oliendo por primera vez en su vida el aire nocturno y mirando con sobrecogimiento el cielo que tenían sobre la cabeza , un cielo de luz sucia y amarillenta . Sólo deseaba cerrar los ojos durante unos minutos , pero tenía miedo de que , si se quedaba demasiado rato allí , ya no podría volver a levantarse . La cabeza le daba vueltas , pero reunió las fuerzas que le quedaban y se puso en pie con el propósito de encontrar un lugar en que pudieran esconderse y , si tenía suerte , algo para comer y para beber .
Trató de explicarle a su hijo lo que pretendía , pero él sólo quería ir con ella . El pobre Seth estaba anonadado . La expresión de su carita y la desgarradora incomprensión que traslucía en el momento en que ella se alejaba de él a toda prisa
atrás .
Pero poco después la había encontrado un colono , uno de los suyos . Sarah había peleado con él como una loca y había conseguido soltarse tras dejarlo aturdido de un golpe . En la pelea , había recibido una terrible herida en el brazo , y ya no había posibilidad de seguir dudando . Sabía qué era lo que tenía que hacer . Dejó allí a Cal , que contaba apenas un año de edad . Abandonó el inquieto bulto entre dos piedras , en el suelo arenoso del túnel . En su memoria quedó grabada la imagen del niño envuelto en pañales que le daban aspecto de crisálida , pañales manchados con la sangre de su brazo . Y quedaron grabados también los sonidos que hacía , sus gorgoteos . Sabía que no tardarían en encontrarlo y llevárselo a su marido , y que él lo cuidaría . Escaso consuelo . Reanudó la huida con su otro hijo y , más por suerte que otra cosa , consiguió eludir a los styx y salir a la superficie .
Durante las primeras horas de la mañana había llegado caminando a High Street , en el barrio de Highfield , con el niño a su lado por la acera , un chavalillo que aún no se mantenía firme sobre las piernas . Era su hijo mayor y se llamaba Seth . Tenía dos años y medio . No dejaba de observar aquellos lugares tan extraños con la boca abierta y los ojillos aterrorizados .
No tenía dinero ni lugar al que ir , y no tardó en darse cuenta de que incluso para cuidar de un solo hijo tendría que pasar grandes apuros . Para empeorar las cosas aún más , empezaba a marearse a causa de la sangre que perdía por la herida del brazo . Al oír a gente en la distancia , apartó a Seth de la calle principal y se metió por varias calles secundarias hasta que vio una iglesia . Buscando refugio en el pequeño cementerio contiguo en el que la hierba estaba demasiado crecida , se sentaron sobre una lápida cubierta de musgo , oliendo por primera vez en su vida el aire nocturno y mirando con sobrecogimiento el cielo que tenían sobre la cabeza , un cielo de luz sucia y amarillenta . Sólo deseaba cerrar los ojos durante unos minutos , pero tenía miedo de que , si se quedaba demasiado rato allí , ya no podría volver a levantarse . La cabeza le daba vueltas , pero reunió las fuerzas que le quedaban y se puso en pie con el propósito de encontrar un lugar en que pudieran esconderse y , si tenía suerte , algo para comer y para beber .
Trató de explicarle a su hijo lo que pretendía , pero él sólo quería ir con ella . El pobre Seth estaba anonadado . La expresión de su carita y la desgarradora incomprensión que traslucía en el momento en que ella se alejaba de él a toda prisa