—¿Por qué? —preguntó Chester moviendo los labios y mirando a Will, que
observó la expresión de angustia en el rostro de su amigo.
—¡Ya estamos! ¡Preparaos, rápido! —exclamó Cal cerrando la solapa de su
mochila.
Chester le dirigió una mirada inquisitiva.
—¡Tenemos que tirarnos! —le gritó el más pequeño de los chicos señalando el
tren con gestos—. ¡Antes de llegar a la estación!