Tuneles Roderick Gordon 1 Túneles | Page 63

Roderick Gordon- Brian Williams
Túneles
porque no se le ocurrió nada que decir. Como si estuviera agotado, Will se dejó caer en la butaca más cercana.
—¿ Cuándo ha ocurrido?— preguntó Chester, incómodo.— Hace un par de días... tuvo una pelea con mi madre.—¿ Y ella qué piensa?—¡ Nada! Desde que él se fue, no ha abierto la boca— respondió Will.
Chester miró el ramal del túnel que salía de la sala y después a Will, que frotaba pensativo una mancha de barro seco que había en el mango de la pala. Chester respiró hondo y dijo dubitativo:
— Lo siento, pero... hay algo más que debes saber.—¿ Qué es?— preguntó con tranquilidad.— El túnel está taponado.—¿ Qué?— preguntó Will.
Fue como si despertara de repente. Saltó de la butaca y corrió a la boca del ramal. En efecto, la entrada de la curiosa cámara de ladrillo era infranqueable. Es más, del pasaje de seis metros sólo quedaba la mitad.
— No me lo puedo creer.— Con la sensación de no poder hacer nada, Will observaba la sólida barrera de tierra y piedra que llegaba hasta el techo del túnel. Comprobó los puntales que tenía delante, tirando de ellos con ambas manos y golpeando su base con la puntera de acero de sus botas de trabajo.
— Estos están perfectamente— dijo, y se agachó para palpar en varios sitios la tierra que tapaba el túnel. Cogió algo de tierra en el hueco de la mano y la examinó mientras Chester lo miraba, admirado por el modo en que su amigo investigaba el suceso.
— Qué raro.—¿ El qué?— preguntó Chester.
Will se llevó la tierra a la nariz y aspiró profundamente. Después, cogiendo un pellizco, tiró el resto. Lo amasó lentamente con las yemas de los dedos durante unos segundos y se volvió a Chester con el ceño fruncido.
—¿ Qué pasa, Will?
— Los puntales de esa parte del túnel estaban perfectamente asentados. Los volví a comprobar antes de que nos fuéramos el último día. Y no ha llovido recientemente, ¿ verdad?
— No, creo que no— contestó Chester.
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