Tuneles Roderick Gordon 1 Túneles | Page 57

Roderick Gordon- Brian Williams
Túneles
— Sí, se me han destapado los oídos— confirmó Chester, metiéndose el dedo de una mano, enfundada en su guante, en uno de los oídos—, igual que cuando un avión despega.
Se quedaron los dos en silencio, como esperando que ocurriera algo. Entonces sintieron un temblor, un tono inaudible, algo que se parecía a una nota baja emitida por un órgano, una vibración que parecía proceder de sus propios cráneos.
— Creo que deberíamos salir.— Chester miró a su amigo con expresión asustada, tragando saliva ya no por causa de sus oídos, sino por las náuseas que sentía.
Por una vez, Will estuvo de acuerdo. Soltó un rápido « Sí », parpadeando a medida que aparecían puntos en su campo de visión.
Salieron trepando en la mitad de tiempo que les había costado bajar, siguieron hasta las butacas de la sala de la caverna principal y se dejaron caer en ellas. Aunque no se habían dicho nada, las inexplicables sensaciones que habían experimentado habían cesado casi de inmediato al abandonar la cámara.
—¿ Qué nos ha pasado?— preguntó Chester, abriendo la boca para mover la mandíbula de un lado a otro y apretando la palma de las manos contra los oídos.
— No lo sé— contestó Will—. Le pediré a mi padre que venga a ver. A lo mejor él tiene una explicación. Puede que tenga que ver con la presión atmosférica.
—¿ Piensas que es la cripta de una antigua iglesia desaparecida... con todos esos nombres?
— Pudiera ser— respondió Will, absorto en sus pensamientos—. Pero los artesanos y canteros que la construyeron trabajaron meticulosamente, no dejaron ni recortes ni escombros detrás, y con el mismo cuidado la sellaron. ¿ Para qué demonios se tomarían tantas molestias?
— Es verdad, no lo había pensado.
— No había medio de entrar ni de salir. No pude hallar rastro de pasadizos, ni uno. Una cámara aislada, con nombres. ¿ Se trata de una especie de monumento?— reflexionó Will, completamente perplejo, antes de concluir—: Pero ¿ qué demonios hemos encontrado?
57