Roderick Gordon - Brian Williams
Túneles
por el túnel delante de él. El consternado muchacho no tuvo más elección que
obedecer lo que el hombre le mandaba hacer, y sus gritos dieron paso
inmediatamente a grandes alaridos de angustia y a un llanto incontrolable. Will
recibió un trato parecido, pues Imago le empujaba por la espalda obligándolo a
avanzar. Sólo los dejó detenerse un momento en una curva cerrada del túnel, y
durante ese instante pareció titubear. Los tres, Will, Cal e Imago, se volvieron para
ver por última vez al hombretón; su negra silueta aparecía recortada a la luz verde de
la ciudad, blandiendo los dos machetes, uno en cada mano.
Entonces Imago volvió a empujar a los chicos y Tam se perdió de vista para
siempre. Pero quedó grabada a fuego en sus retinas aquella última escena, aquella
imagen de Tam erguido orgullosamente frente a la marea mortal que se le
aproximaba. Un solo hombre frente a un campo erizado de guadañas.
Mientras huían, llegaba a ellos el sonido de sus insistentes maldiciones y del
entrechocar de las armas, que perdía fuerza a cada curva del túnel.
297