Roderick Gordon - Brian Williams
Túneles
—Los has tirado, ¿no? ¿Cómo has podido hacerlo?
Ella lo miró un momento como si fuera un mosquito pesado al que uno no se
molesta en aplastar, y siguió con el correo.
—Me muero de hambre. ¿No hay nada que comer? —dijo, pensando que no era
muy prudente enfadarse con ella por aquel asunto, y menos justo antes de la cena. Al
pasar a su lado camino del frigorífico, se detuvo a examinar algo que había en el
lateral.
—¿Qué es eso? —Se trataba de un paquete cuidadosamente envuelto en papel de
estraza—. Está dirigido a papá. Creo que deberíamos abrirlo —dijo sin dudar un
instante, y cogió un cuchillo para la mantequilla que reposaba sobre un plato en el
fregadero. Cortó el papel de estraza, abrió con interés la caja de cartón que iba dentro
y después rasgó el envoltorio de plástico de burbujas y descubrió la esfera luminosa,
que brillaba al surgir de la oscuridad en la que había reposado.
La levantó ante él, con el rostro iluminado tanto por la emoción como por la
menguante luz que emanaba de la esfera. Se trataba del objeto sobre el que había
leído en el diario de su padre. Rebecca había abandonado la factura del teléfono y se
acababa de levantar. Miraba la esfera fijamente.
—También hay una carta —dijo Will, alcanzando la caja de cartón.
—Déjamela ver —dijo Rebecca, dirigiendo la mano a la caja.
Pero él dio un paso atrás, sujetando la esfera en una mano mientras sacudía con la
otra la carta para desplegarla. Rebecca bajó la mano y volvió a sentarse, observando
detenidamente la cara de su hermano mientras éste, apoyándose en la encimera,
junto al fregadero, empezaba a leer la carta en voz alta. Era del Departamento de
Física del University College.
«Querido Roger:
»Nos ha encantado recibir noticias tuyas después de todos estos años.
Tu nombre nos ha traído recuerdos del tiempo que pasamos juntos en la
universidad. Nos alegra también ponernos al día sobre tus cosas. A Steph
y a mí nos encantaría verte cuando te parezca.
«Vamos al grano. Perdona que haya tardado tanto en responder, pero
no quería hacerlo sin tener antes todos los resultados sobre el asunto que
nos concierne. Lo que hemos descubierto nos ha dejado realmente
boquiabiertos.
«Respetando tus deseos, no hemos abierto ni penetrado el cristal que
recubre la esfera, así que todos nuestros análisis han sido de naturaleza no
invasiva.
106