Ttravesia 2021 | Page 74

Morir o vencer
Los disparos son constantes , zumban y golpean mis oídos . El constante bum bum bum se confunde con los latidos de mi corazón , al punto en el que no sé si pararon los balazos , o si mi corazón paró de latir — si estoy ya muerta .
El aire es caliente , y su corriente arrastra el olor putrefacto de los cadáveres expuestos al violento sol . Fuimos atacados al amanecer del 12 de agosto de 1869 , por diablos hablando extrañas lenguas , de tierras lejanas . El tiempo ya no existe , han pasado horas , días o minutos . ¿ Quién supiera ? Miro a mi costado , esos ojos vacíos me observan , no conozco el cuerpo tendido a mi lado . Solamente una criatura , de unos 12 años , expuesta demasiado pronto a los horrores de un mundo despiadado . Suelto una lágrima . Lloro por mis propias criaturas , lloro por mis hijos cuyas almas pueden haber sido ya arrebatadas . Lloro porque no hay nada que pueda hacer desde este pavoroso hospital en el que he perdido incontables víctimas .
Escuchamos las historias desde hace años , de esas bestias que lentamente van tomando nuestro país , de esos hombres desalmados que violan y matan mientras beben y ríen . Y han venido a parar acá cientos de víctimas de sus horrores . Pero no ha sido hasta hoy que los mitos se han vuelto realidades , que las pesadillas han escapado de las sombras y han venido a tocar a nuestras puertas .
Me paro finalmente , mis piernas tiemblan y la náusea golpea mi estómago . Tengo que continuar moviéndome . Soy la enfermera encargada de esta área del hospital . Y últimamente parece que lo único que veo es muerte .
Doy una vuelta por entre las filas de cuerpos , doy una vuelta tratando de reconocer la cara de alguno de mis hijos . Hay más de 600 heridos en este hospital , y más de 800 muertos en las trincheras fuera de acá . Suspiro lentamente al cielo , y susurró una callada oración : “ Padre nuestro que estás en el cielo , santificado sea tu nombre (…) Padre , protege a aquellos que no pueden hacerlo solos , protege a mis bebés que pelean por su patria , y si te los llevas Señor , que no conozcan sufrimiento , que se les prive del dolor ."
Una mano ensangrentada se engancha a la mía , una mirada de delirio encuentra mis ojos . Con la mirada escaneo rápidamente los estantes , busco si hay cloroformo o algo que pueda ayudar a este pobre hombre . En ese momento lo veo , el infierno entrando a este lugar . Las llamas alzándose por las paredes encendiendo todo en su camino . El humo adhiriéndose a mis pulmones y mis piernas instintivamente empiezan a moverse . Corro .
Lo siguiente que sé es que estoy cayendo , cuerpos sobre cuerpos se montan sobre mí , pisan mi espalda , golpean mi cabeza . Sangre corre por mi frente , cierro mis ojos y cuando los abro veo por la pequeña ventanilla un campo pintado de rojo y por él , cabezas rodando .
Ana Julia León
74
Travesía • revista estudiantil