Trump en la Casa Blanca suplemento DONALD TRUMP 1 año | Page 15
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“Es peligrosamente inestable para alguien que tiene la responsabilidad
nuclear. No soporta la crítica ordinaria y muchas de sus respuestas tienden a
mostrar un comportamiento violento”, explica Bandy X. Lee, profesora de la
Escuela de Medicina de Yale, quien ha levantado una enorme polvareda en EE
UU al pedir con otros 27 psiquiatras que se le practique de forma urgente un
examen mental. Se trata de un solicitud que, pese a ser minoritaria y carecer
del apoyo de la Asociación Americana de Psiquiatría, ha llevado a un grupo de
parlamentarios, todos demócratas menos uno, a citarse con la profesora Lee.
Detrás de la reunión estaba el afán de golpear de la oposición, pero también la
perplejidad que genera la conducta del presidente.
Educado por un padre implacable, Trump vive en continúa tensión. A
diferencia de su hermano mayor, que murió alcoholizado a los 42 años, él
resistió. “Me metieron en los negocios muy joven; mi padre me intimidaba
como a todo el mundo, pero permanecí a su lado y me granjeé su respeto.
Nuestra relación era de casi empresarial”, escribió en The art of the deal.
Forjado en la dureza, la existencia se tornó para él puro combate. Un esquema
binario donde solo cabe ganar o perder. “Está en guerra con el mundo y
únicamente ve un camino: dominar. Trump se dota de sentido en la
conquista”, ha señalado Schwartz.
El resultado de esta actitud es que, lejos de adoptar la pose olímpica de ciertos
presidentes tras ganar las elecciones, el multimillonario sigue en campaña. No
hay día en que no mime a los suyos y desprecie a los contrarios. A los
mexicanos, a los demócratas, a los republicanos tibios. Para todos ellos tiene
la vara presta. En su mandato, como ha revelado una encuesta de The
Washington Post, la polarización social ha alcanzado el nivel que tuvo en la