Travesías didácticas Nº 32 • Mayo 2020 | Page 96

La experiencia filosófica directa... M. Cristina Díaz y Gerardo Suárez T. -¿Qué les gustaría ser? D.- 1. Por acá salió. ser el cielo, el agua, no solo las personas 2. A mí me gustaría ser la señora que está paseando en el puente, que no está consciente de todo lo demás, podrían estar paseando…No sabemos... si huyen si van o vienen T. -¿Más allá del título que tiene el cuadro, que título le pondrían? D. -La fuga. el asombro. el susto...el pánico...el puente… el horror al atardecer desesperado… incertidumbre…. nos genera, intriga sobre qué está viendo T. -¿Cómo se sintieron, qué les pasó cuando hicieron esta experiencia? D.- 1. Empezamos hablar, al cuestionarse un poco más se desencadena más…. si seguimos, podemos seguir un montón de tiempo más… 2. Uno charlando con los demás ven algunas cosas que otros no vieron… algunos no ven…vimos cosas que no habíamos visto. 3. Como tiene que ver con cada uno, es están individual, no es que no sea fácil ponerse de acuerdo …. nos pusimos de acuerdo…es difícil dar una respuesta, cuando generan cada uno…yo me compre esta remera y ella se compró esto por algo 4. Y lo bueno es que haya preguntas que vayan orientando también al grupo, para poder debatir, permite una organización. 5. Que da la libertad y eso da la posibilidad que todos se expresen y no es que hay algo que está bien, o está mal; ponemos en juego lo que nos pasa lo que sentimos… preguntas abiertas Se puede evidenciar en estos diálogos filosóficos o discusión filosófica que el texto es un pretexto. Es decir que a medida que ahondamos en el diálogo nos alejamos de la pintura de Munch en este caso, para adentrarnos en nosotros mismos, y a partir de los métodos propios de la Filosofía: el asombro, la duda, la pregunta, la situación límite, etc....nos permite explorar en temáticas/problemáticas que hacen al canon filosófico y que a lo largo de la humanidad todes se han preguntado y han reflexionado. Nos pone en situación de filósofos, lo que nos lleva a experimentar que todes podemos filosofar, también les niñes, como sostiene Ann Sharp: "Los chicos de dos años pueden aprender a filosofar". Algunas ideas acerca del Programa de Fp/cNxs y su contextualización en la Argentina a partir de nuestra experiencia en la formación docente inicial. La propuesta original viene de los Estados Unidos en los ‘60 de la mano de Mathew Lipman y Ann Sharp. Llega a otros continentes y en particular recalara en América Latina, y sobre todo en Argentina, allá en la década del ‘90 del Siglo XX. En esos momentos soplaban los vientos del constructivismo (un tanto extremo) y la recepción en nuestro país en el ámbito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, provocó una 94